Luego de que el alcalde subalterno de San Pedro Benito Juárez, Gabriel Silva Lazcano, intentó el pasado miércoles ingresar con la Policía Municipal al templo principal de esa junta auxiliar de Atlixco, los defensores de los usos y costumbres cambiaron las chapas de las puertas del inmueble y establecieron guardias rotativas para evitar permanentemente una nueva agresión del munícipe.
Fuentes de San Pedro señalaron que se alista una denuncia penal en contra de Silva Lazcano, el presidente escliesiástico Ezequiel Martínez González y Pedro Meneses, a quien el primero designó como fiscal, sin el consentimiento del pueblo.
De hecho, abundaron los vecinos que dialogaron ayer con La Jornada de Oriente, el conflicto del pasado 21 de septiembre se desató porque Silva Lazcano y Martínez González ungieron como nueva representante del pueblo ante la iglesia a Meneses y luego, en una asamblea que solo convocó el alcalde auxiliar, pretendía que el fiscal apócrifo le entregara toda la documentación que hay en la parroquia, la cual incluye un códice prehispánico que ha sido custodiado por San Pedro Cuaco desde tiempos ancestrales y que codicia la Arquidiócesis de Puebla encabezada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
Por eso, cuando Gabriel Silva Lazcano, Ezequiel Martínez González y Pedro Meneses y un grupo de pobladores intentaron ingresar al recinto religioso, la mayoría de la gente en San Pedro Benito Juárez se los impidió. El presidente auxiliar llamó a la Policía Municipal, pero ni con esa corporación logró su cometido, aunque sí estuvo a punto de desatarse un zafarrancho.
A decir de los custodios de los usos y costumbres de San Pedro Benito Juárez, sus abogados les han dicho que por los actos antes narrados, Gabriel Silva Lazcano puede ser demandado al haber violado los preceptos constitucionales que prohíben mezclar asuntos religiosos con decisiones gubernamentales y viceversa.