En el municipio poblano de Tepexco, al sur del estado, se está organizando un movimiento que busca linchar a un grupo de secuestradores que opera en la zona, ante la incapacidad que ha mostrado el gobierno del estado para contener a las bandas de secuestradores y asaltantes que provienen del estado de Morelos.
Ayer por la noche la Policía Estatal capturó a uno de los presuntos secuestradores en el cerro La Campana, donde este lunes fueron encontrados los cuerpos de un pastor y dos mujeres, madre e hija, privados de su libertad este fin de semana.
La población de la comunidad de Calmecac trató de impedir que los agentes trasladaran al detenido a Puebla, e intentaron capturarlo para prenderle fuego, aunque al final el presunto delincuente logró ser enviado a la capital.
La indignación es tal que algunos usuarios de estas redes propusieron repetir el linchamiento que ocurrió en abril del año pasado en el cercano municipio de Chietla, donde tres presuntos secuestradores de una menor fueron ajusticiados por “el pueblo” cuando intentaron escapar.
Esto luego de que el gobierno del estado actuó con mayor determinación –incluso con intervención en este tema del gobernador Rafael Moreno Valle– contra el “matagatos” de San Martín Texmelucan que contra los secuestradores y delincuentes que asolan esta región sur de la entidad.
A diferencia de otras ocasiones, donde la administración estatal ha actuado con prontitud, para la Procuraduría General de Justicia no existe una sola línea clara de qué ocurrió en este municipio y maneja tres versiones distintas sobre el hallazgo de estos cuerpos que presentaban un tiro de gracia.
La primera versión establece que el pastor, un joven de 22 años de edad que se llamó David Tapia Valero, fue secuestrado cuando regresaba con su ganado la tarde de este sábado. Desde su propio teléfono celular sus captores se comunicaron con su familia a quien le exigieron pagar 300 mil pesos de rescate.
Sin embargo, la familia de Tapia Valero es de escasos recursos y la madre de este joven con serias dificultades pudo reunir cantidades de 10 mil y 20 mil pesos con conocidos y amistades; a pesar de reunir menos de la mitad del dinero exigido y de haberlo entregado a los secuestradores, su hijo fue asesinado en un paraje del cerro La Campana, de la población de Calmecac, perteneciente a Tepexco.
Las dos mujeres, que ahora se sabe llevaron por nombre Adelaida Martínez Cortés, de 32 años de edad, y Clara Cortés Cortés, de 65 años, hija y madre respectivamente, habrían sido secuestradas y asesinadas en el estado de Morelos, de donde eran oriundas, pero sus cuerpos fueron arrojados en otro paraje del mismo cerro La Campana.
La segunda versión señala que fueron estas dos mujeres las que se dieron cuenta de la agresión hacia el pastor David Tapia y los secuestradores regresaron por ellas para también ejecutarlas.
Los cuerpos de estas mujeres también fueron encontrados junto al del joven la tarde del lunes, a sólo 100 metros de donde se halló horas antes al pastor.
La tercera versión es que se trata de la acción de una banda de secuestradores que pertenecen a una célula del crimen organizado que opera en los estados de Morelos, México, Puebla y en el Distrito Federal, de los cuales ya existen antecedentes en la procuraduría poblana y se tiene información de sus integrantes por lo que podría darse su captura.
Las muertes están siendo tratadas por la PGJ de Puebla como crímenes por separado bajo las averiguaciones previas 1358/2013/ IZMAT y 1361/2013/IZMAT.
Quieren linchamiento
Desde hace décadas, la zona de Calmecac, última comunidad del estado de Puebla sobre la carretera Cuautla–Izucar de Matamoros, ha sido escenario de asaltos de camiones de pasajeros y automovilistas, así como de la violación de sus tripulantes mujeres.
Para los pobladores de los municipios de Tepexco, San Bartolo Cohuecan y San Marcos Acteopan, los tres en los límites con Morelos, sólo se puede poner un alto a las bandas de delincuentes si se aplica un linchamiento quemando a los secuestradores y asaltantes con gasolina y diesel, ya que cerrar una carretera como hizo la población de Calmecac desde el pasado lunes y hasta la tarde del martes no fue suficiente.