Con una frecuencia francamente alarmante, he visto a pacientes quienes, con una expresión de seguridad particularmente notable, me expresan que se encuentran ingiriendo Biotina, para mejorar la condición del pelo y el cabello en general. Ignoro las razones por las cuales existe este fenómeno de divulgación respecto a esta información y por supuesto, teniendo una conciencia plena de mi grado de desconocimiento en general, trato de analizar, dentro de mis limitaciones en el área de la bioquímica, la fisiología, la fisicoquímica y, sobre todo, la medicina, lo que se va generando en el conocimiento común que se divulga indiscriminadamente en internet.
También conocida como Vitamina B7 o vitamina “H”, la Biotina es una sustancia hidrosoluble, es decir que se disuelve en agua y no en grasas. Participa en muchos procesos de nuestro metabolismo, que son tan complicados de comprender y explicar, que solamente me limitaré a expresar que hablamos de un cofactor, es decir, una sustancia que contribuye a que los aceleradores de reacciones químicas llamadas enzimas, puedan funcionar en una forma adecuada.
Se encuentra en una amplia variedad de plantas, además de presentarse con amplios niveles de concentración en el hígado, la soya, la yema de huevo e incluso en levaduras; pero esta sustancia comienza a convertirse en algo realmente interesante cuando hablamos de la concentración que, en condiciones normales, debemos de tener para poder hablar de un nivel suficiente, que nos permita afirmar que estamos bien, refiriéndonos en términos de la salud. Son necesarios entre 400 y 1,200 nanogramos por litro, es decir, un número uno, seguido de nueve ceros, lo que quiere decir, que serían mil millones de veces por cada unidad, para completar un gramo de sustancia activa. Hablar de estos números es realmente abstracto, de modo que yo solamente lo puedo expresar en términos de algo tan común como es el dinero. Para poder establecer la comparación, yo nunca he tenido en las manos un millón de pesos (ni los tendré). Mil millones de pesos, comparándolos con lo que podemos ganar la gran mayoría de los mexicanos, representan una suma verdaderamente inimaginable e insultante para quien sí los tiene, hablando en términos de esa minoría de especuladores que han contribuido a la ruina económica de nuestro país.
Los niveles de Biotina fluctúan a lo largo de un día, sin embargo, es extraordinariamente poco probable que se alcancen niveles deficientes cuando llevamos a cabo las actividades comunes que incluyen inclusive una alimentación no ideal. Técnicamente, una deficiencia de Biotina implicaría un nivel inferior a 200 nanogramos. Nuestros mecanismos adaptativos que son una resultante de la evolución, han permitido que nuestro intestino la pueda sintetizar, gracias a bacterias que nos ayudan a sobrevivir, por medio de una especie de “fabricación” de Biotina que nos asegure tenerla. Esto es una muestra fiel de la irresponsabilidad de tomar antibióticos inconscientemente, cuando debemos de entender que los microbios, más que perjudicarnos, nos ayudan.
La absorción de esta sustancia se lleva a cabo a nivel intestinal y aquella que no se aprovecha, es eliminada por las heces; aunque en el caso de que circulen cantidades que excedan los requerimientos normales, como se disuelve en el agua, se da una expulsión por los riñones.
Existen algunas enfermedades genéticas en las que se genera un déficit de Biotina, que se caracterizan por inflamación grave de la piel y, sobre todo, deficiente crecimiento del pelo; pero esto se manifiesta desde etapas tempranas de la vida. En efecto hay deficiencias adquiridas que se dan por una mala absorción de nutrientes a nivel intestinal, alcoholismo, embarazo, consumo de antibióticos por periodos prolongados, algunos medicamentos y curiosamente, consumo de huevos crudos. Las claras de huevo tienen una proteína que se denomina Avidina, que puede unirse a la Biotina y neutralizarla, condición que se evita cuando el huevo se cuece y esta proteína se desnaturaliza.
Algunos medicamentos (Ácido Valproico o Isotretinoína) también pueden neutralizar su efecto, por lo que en estos pacientes está indicado recomendar Biotina como elemento preventivo para evitar la caída de cabello.
Como una persona sana solamente requiere de 30 μg (microgramos) por día, una alimentación bien balanceada suele ser suficiente para cumplir con los requerimientos diarios; sin embargo, no son raros los casos en los que se expenden complementos para estimular el crecimiento del cabello en cantidades que van de los 500 hasta los 1,000 μg que definitivamente son excesivos.
La eliminación renal de esta sustancia es tan efectiva que no se han informado toxicidades graves al excederse en ingerir esta vitamina, aunque es definitivo que el efecto real sobre el crecimiento del cabello y las uñas, no se ha documentado. Fuera del hecho en el que se considere que una persona con desnutrición, con el consumo de ciertos medicamentos, alcoholismo, embarazo o la enfermedad de trasfondo genético (deficiencia de Biotinidasa), nos hace ver que la deficiencia de Biotina sea realmente poco común y no hay evidencias suficientes para demostrar que los complementos vitamínicos que contengan esta sustancia, realmente mejoren el crecimiento del cabello y las uñas.
Por esta razón, es necesario considerar que tomar cantidades abundantes de Biotina es el equivalente a orinar en una forma particularmente cara, considerando el costo al que es vendida esta sustancia.
Referencia:
Almohanna HM, Ahmed AA, Tsatalis JP, Tosti A. The role of vitamins and minerals in hair loss: a review. Dermatol Ther. (Heidelb). Mar 2019;9(1):51-70.
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