Vecinos de Zapotitlán advierten que el nuevo patio de maniobras de basura promovido por el gobierno municipal se ha convertido en un tiradero a cielo abierto. Esta situación está poniendo en riesgo parte de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, ya que los residuos sólidos se acumulan sin tratamiento, provocando contaminación del suelo y posible filtración de lixiviados.
Según los habitantes, el problema comenzó el 25 de mayo en un terreno ubicado junto al camino hacia la cabecera municipal, fuera de la mancha urbana de Zapotitlán. Allí, el gobierno local desmontó el sitio y empezó a depositar basura. A principios de junio, el ayuntamiento reconoció la existencia del “patio de maniobras” a través de una publicación en redes sociales, anunciando una suspensión temporal de recolección de basura por quejas, y prometió cambiar de sitio ese patio. Sin embargo, no se ha cumplido hasta ahora.
Zapotitlán se encuentra completamente dentro de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, hogar de innumerables especies endémicas de flora y fauna. Por ello, los pobladores exigen a autoridades estatales y federales la clausura inmediata del sitio, su limpieza y saneamiento. La acumulación de basura sin una barrera impermeable ni tratamiento del suelo hace que los lixiviados se filtren y contaminen el subsuelo y cuerpos de agua cercanos.
Además, el depósito sin cercado facilita que perros callejeros dispersen la basura, lo que a su vez atrae moscas e insectos perjudiciales para la salud pública. Hasta el momento, el presidente municipal, Leonardo Leonel Arizmendi, no ha emitido ninguna aclaración sobre las razones para permitir que el vertedero permanezca en ese sitio.
No está claro si existe un plan real de reubicación del patio ni acciones para sanear el terreno utilizado. El problema de los residuos sólidos en Zapotitlán se remonta al trienio anterior: por estar dentro de una área natural protegida, no puede construir un relleno sanitario, por lo que traslada sus desechos hasta Ciudad Serdán.
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