Una parte de la barda perimetral que rodea al panteón de la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan colapsó y dejó expuestas cientos de tumbas, además de abrir el riesgo de caerse otra parte de la estructura.
En un recorrido realizado por La Jornada de Oriente, los vecinos relataron que los hechos se registraron durante los últimos días de mayo, sin que hasta la fecha la autoridad haya corregido el desperfecto.
La parte del perímetro derrumbada es la que colinda con el paso de la vía del tren a escasos 200 metros del sitio donde en 2021 se registró la explosión de tres tomas clandestinas que dejó como saldo cinco fallecidos.
Hasta el momento se desconoce cuál fue la razón de la caída de la barda y si el paso del tren o las explosiones de hace tres años la afectaron al grado de dejarla debilitada.
Los vecinos han alertado sobre el riesgo de que otra parte de la estructura se pueda venir abajo, por lo que pidieron la intervención de alguna autoridad para evitar una desgracia.
También alertaron sobre el riesgo de que al quedar expuestas las tumbas en ese lugar pudiera haber robo de cruces.
Reprocharon que el edil auxiliar, Antonio Blanco Rodríguez, estaba más interesado en el proceso electoral y apoyar a los candidatos del PAN que en reparar la barda.
Incluso señalaron que llegó a afirmar que la barda sería reconstruida con certeza “si Mario Riestra ganaba las elecciones”.
Al momento del recorrido se observó que el ingreso hacia el cementerio continúa normal por la puerta principal que se encuentra alejada del lugar del derrumbe.
A casi tres años de la tragedia ocurrida el 31 de octubre de 2021, La Jornada de Oriente publicó que para las familias que habitan a lo largo de un kilómetro de la avenida Gasoducto, que en sus entrañas conduce las arterias de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que transporta gas LP y gasolina, en el norte de la ciudad de Puebla, la muerte de cinco personas y 17 más que resultaron heridas, en la explosión del 31 de octubre de 2021, pudo haberse evitado.
La empresa del estado debió inhabilitar el gasoducto desde el año 2000, cuando el panista Vicente Fox Quezada asumió la presidencia de la República, confirman documentos en poder de La Jornada de Oriente.
Don Hermilo Contreras Hernández, vecino desde hace 50 años de la calle “Gasoducto”, afirmó de manera tajante que ahora las autoridades los quieren reubicar, porque viven en una zona de alto riesgo, cuando “nosotros llegamos primero y después la tubería de gas”.