El ayuntamiento de la ciudad de Puebla entregará apoyos económicos a los poblanos, oriundos de la capital del estado, que sean deportados como una forma de apoyarlos en su situación de retorno, afirmó Carlos Gómez Tepoz, secretario de Bienestar.
En entrevista, afirmó que inicialmente se tiene una partida de 1.5 millones de pesos para este programa, el cual podría aumentarse en función de la cantidad de migrantes en retorno que lo soliciten.
“Se trata de apoyo económico a fondo perdido. Aún no se determina cuánto se le dará a cada migrante. Tenemos que identificar cuántas repatriados vienen a la ciudad de Puebla”, manifestó.
El servidor público municipal afirmó que los beneficiaros tendrán que demostrar que tuvieron una estancia reciente en los Estados Unidos para tener acceso a los recursos.
Afirmó que en el futuro se podría ampliar la partida para obtener los recursos para apoyar a los migrantes poblanos oriundos del municipio que lo requieran.
“Buscamos que se amplíe este recurso, puesto que se trata de una situación de emergencia. También estamos en pláticas con el Instituto del Migrante Poblano para buscar fortaleza y nos empapemos con esta situación de emergencia”, subrayó.
A la par afirmó que se pondrán en funcionamiento unidades móviles para llevar apoyos alimentarios a las zonas más marginadas del municipio.
Sostuvo que este programa de la administración municipal cuenta con un presupuesto aprobado de 3 millones de pesos y recorrerá juntas auxiliares y colonias marginadas de la capital del estado, a los cuáles también podrían acceder migrantes en retorno.
“Es un programa abierto al que pueden acceder niños, personas adultas mayores, jóvenes, adultos, para todos”, manifestó.
Indicó que una de estas unidades ya recorre el municipio y se instala en la Avenida de las Torres en Amalucan, la cual brinda apoyo principalmente adultos mayores.
Hasta este momento, activistas como Carlos Orea han estimado que más de 80 mil poblanos podrían ser deportados de la unión americana durante el periodo de Donald Trump.
Tras su arribo al poder, el gobierno norteamericano endureció las medidas de acceso al país e iniciaron las redadas para identificar migrantes y deportarlos.
Entre uno de sus primeros decretos, el mandatario ordenó la cancelación de las Civity One, una aplicación gratuita que permitía a los migrantes agendar citas para ingresar a Estados Unidos.