Ejidatarios de la junta auxiliar de Amatitlán de Azueta, municipio de Acatlán de Osorio, denunciaron que desde hace una década el ayuntamiento ha descargado sus aguas negras al río Tizac, el cual pasa por un costado de su comunidad y ahora ha bajado su cauce.
Esta situación ha provocado que en este año en particular el olor sea insoportable, y además de contaminación ambiental, las descargas en el río han provocado afectaciones a la salud de los pobladores de Amatitlán.
No solo eso, los ejidatarios de esta región de la mixteca poblana han tenido pérdidas en sus cosechas debido a que sus productos agrícolas no se venden. Explicaron que cuando llegan a vender al municipio de Acatlán o Tulcingo del Valle tienen que decir que provienen de diferentes comunidades pero no de Amatitlán, pues se sabe que ahí es en donde está el río de aguas negras.
Lo peor, dijeron es que temen que los dos pozos de la región: el de “13 hombres” y “campo Amatitlán”, se empiecen a contaminar por la filtración de las aguas del río contaminado.
Un grupo de comuneros acudió ayer a esta casa editorial para denunciar que le han pedido a su presidente auxiliar, Javier Reyes Navarro, que interceda ante el municipio para que esa situación termine, pero el edil subalterno no los ha escuchado.
De hecho, el presidente municipal ha emprendido acciones para construir drenaje en la junta auxiliar sin considerar que primero se debe de resolver la situación de las aguas negras del río Tizac, explicaron los agricultores al detallar que ahora se tiene pestilencia por el nuevo drenaje y por el caudal.
Aún sin el respaldo de su representante auxiliar los comuneros han pedido en el municipio que repare la planta de tratamiento de la cabecera municipal para que a ellos no les lleguen las descargas residuales de todo el asentamiento, pero tampoco el edil, Guillermo Martínez Rodríguez, los ha escuchado.
Los vecinos de Amatitlán detallaron que la planta tratadora del municipio de Acatlán de Osorio se encuentra dentro del barrio de La Palma, y a su consideración el equipo está en el abandono, pues además de que no hay personal en el lugar, es evidente que no limpia las descargas de toda la población de la cabecera municipal.
Temen represalias
En medio de este panorama, una representatividad de un grupo de 99 ejidatarios que forman parte de dos sociedades de riego, acudió este miércoles a la capital poblana para denunciar ante las dependencias federales de la Comisión Nacional del Agua y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente la situación que se vive en su comunidad.
En entrevista con La Jornada de Oriente, los ejidatarios solicitaron la gracia del anonimato, pues dijeron que han sufrido represalias por mantener esta exigencia. En concreto, señalaron que desde hace dos años no han recibido los programas que otorga la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y es el mismo tiempo en el que han solicitado que se limiten las descargas al río.
“Hemos tenido asambleas en la oficina del centro de Amatitlán y fue ahí donde dijimos que algo teníamos que hacer para evitar que esta situación continuará, porque ya nos está perjudicando en la salud, en el trabajo y en general en nuestras vidas”, dijo uno de los comuneros.
Es preciso señalar que en mayo de 2015 el ayuntamiento de Acatlán en coordinación con la Jurisdicción Sanitaria número 8 llevaron acabo una jornada de limpieza en el río Tizac, así como la colación de letreros que prohibirían tirar basura, pero desde entonces no se ha realizado ninguna otra jornada de limpieza sobre el caudal.
Este medio de comunicación buscó a la delegación de la Comisión Nacional del Agua para conocer el estado de este cauce, pero hasta el cierre de esta edición no se tuvo respuesta.