Las marcas de vehículos chinos tienen una relación precio-calidad contra la que los fabricantes occidentales no pueden competir, lo que está contribuyendo a la inestabilidad en el sector automotriz y causando preocupación entre las proveedoras instaladas en Puebla y en el resto del país, ya que desde 2022 a la fecha se han cancelado cuando menos cuatro proyectos de millones de dólares en esta entidad federativa, indicó Esteban Sánchez, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Constantino Sánchez Romano (SNTECSR).
En entrevista con La Jornada de Oriente, el representante gremial opinó que la competencia con el país asiático es desigual, toda vez que ningún fabricante chino está armando sus vehículos en México, por lo que las condiciones en las que ensambla sus unidades no son las mismas que en territorio nacional.
Cabe decir que la fabricación de autos chinos, específicamente los eléctricos, ha recibido importantes subsidios del Estado.
De acuerdo con medios internacionales, entre 2009 y 2023 el gobierno 215 mil millones de euros para el desarrollo de dichos vehículos.
Por la presencia de unidades de China y los estragos de la epidemia de Covid-19, es que el sector automotriz en México todavía no se ha podido recuperar y, de hecho, ha habido disminución en las autopartes que les piden a las proveedoras, añadió Esteban Sánchez.
“Lo vemos todos los días, vemos cómo cada vez empezamos a tener un poquito menos de requisiciones por parte de los clientes, esto en el sentido de los paros técnicos que tenemos semana tras semana y pues es parte de la inestabilidad que hay por la llegada de vehículos chinos, obviamente ellos traen una relación de precio-calidad contra lo que nosotros ofrecemos y eso se complica para nosotros, para la industria y las armadoras más comunes, sí pesa mucho porque también las condiciones no han sido parejas para nosotros”.
Indicó que para estar en igualdad de circunstancias, las armadoras chinas tendrían que establecer plantas en México y generar empleos en este país, bajo la legislación laboral vigente.
“Entonces, ha sido muy difícil para nosotros el poder seguir sosteniendo porque se ven proyectos perdidos o a lo mejor no se ven tantos avances, eso es algo que nos preocupa a nosotros. No vemos algo sostenible a futuro, hay una incertidumbre muy grande por parte también de nuestras empresas. Con esto venimos desde el 2022, después de la pandemia, los microcomponente, la llegada de los autos chinos, como tal no hemos podido despegar”, declaró el secretario general.
Esteban Sánchez abundó que mientras tanto, el mensaje que se envía a los agremiados versa en el sentido de cuidar a los clientes, puesto que un fallo podría acarrear complicaciones para las proveedoras.
Admitió que en estos momentos laboran en un ambiente de incertidumbre porque no están viendo planes sostenibles a futuro.
Por otra parte, Esteban Sánchez indicó que hasta el momento no se vislumbran afectaciones en la planta de Volkswagen en Puebla por el próximo cierre de tres fábricas del consorcio del mismo nombre en Alemania.
Expuso que hasta ahora el escenario para la fábrica ubicada en Cuautlancingo es bueno, puesto que se comenzará con la adecuación de líneas de producción para el ensamblado del nuevo modelo que sustituirá a Tiguan.
“Esto nos habla de que hay cierta estabilidad para Volkswagen aquí en México y si hay la posibilidad de que sigan trayendo modelos nuevos aquí en México, pues tenemos la capacidad de mano de obra para poderlo hacer”.
Cabe mencionar que el Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Constantino Sánchez Romano (SNTECSR) cuenta con contratos colectivos de trabajo en una decena de proveedoras, las cuales aglutinan a alrededor de 10 mil obreros.
Además de Volkswagen y Audi de México, también abastecen a Tesla y BMW, entre otras; parte de los componentes que entregan, son: cerraduras, arneses, chasises, y frenos.