El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó un incremento en el porcentaje de personas que consideran que Puebla es una ciudad segura para vivir, pues quienes piensan lo contrario disminuyeron de 75.9 a 70.4 entre los meses de diciembre de 2022 y marzo de este año.
Sin embargo, el porcentaje de habitantes que ven a la Angelópolis como una ciudad riesgosa para vivir fue más alto que el que registraron otras ciudades que son consideradas como violentas tales como Acapulco que alcanzó un 67.8 por ciento y Guanajuato que registró un 62.6 por ciento, según la última edición de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
Las ciudades con mayor porcentaje de población de 18 años y más que se siente insegura fueron: Fresnillo, con 96 por ciento; Zacatecas, con 94.3 por ciento; Naucalpan de Juárez, con 88 por ciento; Ciudad Obregón, con 86.4 por ciento; Uruapan, con 86.2 por ciento y Colima, con 85.7 por ciento.
En contraste, las metrópolis que fueron evaluadas como más seguras, fueron: San Pedro Garza García, con 18.3 por ciento; Benito Juárez, con 19.4 por ciento; Piedras Negras, con 19.9 por ciento; Los Cabos, con 22.7 por ciento; Saltillo, con 23.9 por ciento; y Tampico, con 24.1 por ciento.
Se reduce sensación de inseguridad, pero aumenta atestiguamiento de conflictos
Según los resultados de la medición referida, en diciembre de 2022 el porcentaje de poblanos que consideraron a la capital como un sitio riesgoso era del 75.9 por ciento, cifra que tres meses después disminuyó a 70.4.
El porcentaje implica que por cada 10 personas que viven en la capital poblana, siete la consideran un lugar inseguro para vivir, cifra que rebasó el promedio nacional pues este fue del 62.1 por ciento y que representa una proporción de 6 de cada 10.
La cifra de 70.4 por ciento correspondiente a marzo de este año también es menor a la reportada por el Inegi en el mismo mes pero de 2022, la cual fue de 75.8 por ciento.
La reducción en la percepción de inseguridad ocurre pese a que creció el porcentaje de capitalinos que presenciaron algún conflicto creció pues pasó del 33.6 al 42.2 por ciento entre diciembre de 2022 y marzo de 2023.