La firma alemana Audi avanza en los planes para construir su primera planta de manufactura en Estados Unidos, una decisión motivada por los elevados aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, que han llegado a alcanzar hasta 25 por ciento para vehículos importados desde México y Alemania. Según reportes de la revista alemana Spiegel, la compañía considera invertir hasta 4 mil 600 millones de dólares para levantar una fábrica en el sur de ese país, con capacidad para emplear entre tres mil y cuatro mil trabajadores.
Las negociaciones para definir la ubicación exacta y el inicio de operaciones están en marcha, aunque se prevé que la producción local de Audi en Estados Unidos podría comenzar no antes de 2028. El consejo directivo del Grupo Volkswagen, matriz de Audi, espera concluir las conversaciones con las autoridades estadounidenses y europeas antes de tomar una decisión final.
El modelo que podría ensamblarse en territorio estadounidense es el SUV Q5, actualmente producido en México y uno de los más vendidos en el mercado estadounidense. No existe confirmación oficial de qué modelo se fabricaría en la nueva planta, pero aparece como la opción más probable debido a su relevancia comercial y a su vulnerabilidad ante los aranceles aplicados a los vehículos importados desde México.
En abril de este año,Oliver Blume, presidente del consejo de administración de Volkswagen, abrió la posibilidad de trasladar parte de la producción de Audi a Estados Unidos, aunque advirtió que no hay nada concreto en el tema. En entrevista con el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, señaló: “Tenemos una estrategia de futuro con planteamientos de proyectos emocionantes, personalizados y atractivos para el mercado estadounidense. Lo estamos poniendo en la balanza”.
Hasta el momento, no hay certeza sobre si el eventual traslado de producción impactaría a la planta de Audi en San José Chiapa, Puebla. La incertidumbre prevalece tanto en la empresa como en las autoridades locales. Audi México no ha emitido declaración oficial sobre el tema.
Carlos Sosa Spínola, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Puebla, declaró en entrevista que buscan mantener la inversión y el empleo en la región, pero que no tienen información específica sobre el caso Audi. “No tenemos un reporte concreto, pero si lo llega a haber lo daremos a conocer”, señaló.
Es importante precisar que Audi no cuenta actualmente con ninguna planta propia en Estados Unidos, a diferencia de otras marcas alemanas como BMW y Mercedes-Benz, que sí tienen instalaciones en ese país.
El Grupo Volkswagen, matriz de Audi, sí opera la planta de Chattanooga, Tennessee, donde se ensamblan modelos como el Atlas SUV y el ID.4 eléctrico, y está construyendo una nueva instalación en Blythewood, Carolina del Sur, orientada inicialmente a la marca Scout, pero que podría compartir producción con Audi. Sin embargo, estas plantas pertenecen a Volkswagen, no a Audi, y no hay una instalación específica de la marca de los cuatro aros en suelo estadounidense.
La estrategia de Audi también responde a una visión de largo plazo. El CEO de la compañía, Gernot Döllner, ha insistido en que la decisión de construir una planta en Estados Unidos no obedece solo a la presión política, sino a un plan integral para crecer en el mercado norteamericano.
“No se trata de entregarle una victoria a Trump, sino de seguir una estrategia de largo plazo para crecer en Estados Unidos”, afirmó Döllner durante el Salón del Automóvil de Shanghái.