Atlixco. El exdirector de obras públicas y desarrollo urbano en un ayuntamiento pasado panista Marco Aurelio Vargas animó a autoridades locales, estatales y a los atliscenses a contribuir a salvar la zona arqueológica de este municipio afectada por un crecimiento urbano sin orden.
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Durante una entrevista agregó la trascendencia de esta acción, concretamente en las 116 hectáreas dentro del perímetro en las colonias Los Solares y Cabrera, ayudaría a mantener la identidad de Atlixco.
La colectividad y la salvación
El arquitecto de profesión e integrante de la Asociación Civil Transformación y Cultura de la Prevención se enfocó en los recientes hallazgos prehispánicos como los entierros descubiertos en los alrededores de la iglesia de La Soledad hace tres semanas. De hecho Vargas subrayó la importancia de conservar estos vestigios con más de 2 mil años.
El llamado resaltó la necesidad de establecer orden en el desarrollo inmobiliario moderno de Atlixco, especialmente en espacios como Los Solares donde la falta de regulación permitió construcciones incluso sin licencia dentro de la propia zona arqueológica declarada.
Admitió este descuido, tanto por parte de los ciudadanos como de los gobiernos locales, ya pusieron en riesgo valores históricos fundamentales para la comunidad.
La reflexión de Vargas sobre la evolución de Atlixco a lo largo de los siglos subrayó la importancia de proteger no solo su patrimonio arqueológico, también la memoria colectiva.
Recordó Atlixco es prehispánicamente tan grande como en la actualidad. “¿Cuántas cosas pasaron ya en dos mil años? Había más agua, jabalís, águilas y muchas especies animales. Además todo era verde. Y hoy nos toca la colita de todo eso”, lamentó.
Sentenció es momento de rescatar esa poligonal porque además de dar identidad a quienes viven aquí, sirve para ofrecer valores hacia afuera. “Se trata de nuestra memoria”, acotó.
Finalmente explicó en un contexto donde la ciudad ya no cuenta con el espacio de hace cientos de años, la preservación de su poligonal arqueológica se convierte en un acto de conservación de identidad y valores hacia las generaciones futuras.