El cineasta en formación Miguel Quintana plantea mirar de una forma distinta a la vejez: sin tabúes, sin condescendencia, sin tristeza. Su propuesta está contenida en Asilo San Gabriel, proyecto cinematográfico escolar que demuestra que la vejez es una etapa más de la vida y que siempre hay oportunidades nuevas para vivir, seguir, descubrir y experimentar.
Como estudiante de Cine en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), el joven director trabaja en este cortometraje que “busca generar conciencia sobre la importancia de valorar y cuidar a las personas de la tercera edad, destacando sus historias y valores”.
Durante una entrevista, señala que en el cortometraje aparece una mujer que vive en un asilo y quien, por no querer estar ahí, busca la manera de abandonar aquel lugar. Cuando es descubierta, llega un nuevo residente con el que hará un plan peculiar para lograr su objetivo.
“Es una comedia que no se burla de los personajes, que más bien son de armas tomar, activos, que saben lo que quieren. Son personas reales que a pesar de que tienen ciertas características que los diferencian, tienen una razón para unirse”, menciona Quintana.
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Así, Asilo San Gabriel plantea una manera distinta a cómo ha sido retratada la vejez y la vida de los ancianos: con tristeza, con nostalgia, con distanciamiento.
Aquí, continúa el joven director y guionista, los ancianos están en el centro, como personas activas y experimentadas, que nunca acaban de aprender. De paso, el corto tiene el propósito de fomentar una perspectiva más inclusiva y respetuosa hacia las personas de la tercera edad.
No obstante, apunta, también hay soledad, un estado que cualquiera, a cualquier edad, puede sentir o estar. “Es mandar un mensaje de ´no estás solo, siempre puedes recomenzar´”.
Quintana menciona que a medida que avanza la historia el espectador va adentrándose en el pasado de sus personajes que los hicieron ser lo que son, con experiencias y sentimientos reales y al mismo tiempo universales.
El cortometraje, que trabaja al lado de José Enrique Garnica y Carla Toxqui, en la producción, María Fernanda Rodríguez en la fotografía, la edición de Miguel Villanueva y la asistencia de Ricardo Sandoval y Luis Gijón, se encuentra actualmente en preproducción, planeando locaciones y logística.
Luego seguirá el periodo de grabación, aproximadamente en un mes, teniendo dos locaciones en dos asilos, uno en Cholula y otro en el Centro Histórico de Puebla, para continuar con la posproducción.
Por último, el cineasta en formación señala que si bien este proyecto cinematográfico forma parte de su proyecto, Asilo San Gabriel es un ejemplo de la labor que se está haciendo en las universidades y los jóvenes realizadores, sobre todo en Puebla, una ciudad en donde “el panorama del cine tiene un largo camino pero ha crecido”, como considera.