El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, dijo que la Asamblea Social del Agua (ASA) y los grupos que el miércoles pasado se manifestaron en el Congreso están genuinamente interesados en la remunicipalización de la administración del líquido y ejercieron su libertad de expresión cuando gritaron en galeras, por lo que no tiene por qué criticarlos.
No obstante, el mandatario estatal aludió a Héctor Alonso al señalar que el diputado exmorenista intentó sacar provecho de la protesta de la ASA.
Como es habitual al término de cualquier acto encabezado por el titular del Poder Ejecutivo, ayer, tras el inicio del programa de protección a migrantes, peregrinos y vacacionistas para esta temporada, los reporteros que cubren las actividades de Luis Miguel Barbosa Huerta se acercaron para entrevistarlo de varios temas, pero la conversación inició por el zafarrancho que ayer provocó el legislador Héctor Alonso Granados, quien se quiso aprovechar de una protesta de la ASA y otras organizaciones que exigen la desprivatización del servicio de agua potable en la capital.
De entrada el gobernador aclaró que durante la sesión del pasado miércoles no se iba a votar la remunicipalización del recurso: “no se estaba definiendo el tema de la privatización o de la empresa”.
Luego, se refirió a la movilización de la ASA: “Lo que yo veo que pasó ahí fue la libre manifestación de grupos de personas interesadas en este tema, que fueron aprovechadas por un protagonismo exagerado de diputados, o de un diputado, eso es lo que yo veo, que exacerba sus acciones, que agrede al presidente del órgano de gobierno (del Poder Legislativo, Gabriel Biestro Medinilla) cuando llega, se ve en el video, le pega en la mesa, y eso es lo que se exacerba”.
Y añadió: Lo demás lo veo como la práctica parlamentaria de permitir que personas ingresen a una sala de sesiones de un Congreso, donde yo no he visto esa práctica en otro Congreso, donde la gente grita, la gente grita. Yo no me voy a quejar sobre ese derecho libre que hasta hoy han ejercido los poblanos”.
Y ratificó: “Yo sí me pronuncio porque la solución o la vía de solución del tema de la concesión del agua es legislativa, no es judicial, es legislativa. Pero eso que se discutía ayer no es el fondo del futuro del manejo del agua en Puebla”.
El pasado miércoles integrantes de la Asamblea Social del Agua protestaron en el Congreso local contra la reforma que pretende regular la suspensión del servicio hídrico en caso de adeudos, al acusar que es inconstitucional, aun con la corrección que los diputados le harán de elevar el consumo máximo de 300 a 500 litros diarios por toma.
“Simplemente deben prohibir los cortes de agua y de drenaje”, manifestó el asesor jurídico de la organización Omar Jiménez Castro, quien lamentó la falta de voluntad política de los representantes populares.
Ante la inconformidad ciudadana que generó la reforma que pretende regular la suspensión del servicio de agua potable y drenaje, el Congreso del estado pospuso la votación del dictamen y los impulsores del proyecto prometieron corregirlo para favorecer a los usuarios y no a la concesionaria Agua de Puebla.
Nora Merino Escamilla, diputada del Partido Encuentro Social (PES), quien es una de las autoras de la iniciativa, adelantó que incrementará el consumo máximo para librar cortes en caso de adeudos de 300 a 500 litros diarios por toma.
Antes, en plena sesión pública, el diputado Héctor Alonso Granados violentó la protesta de la Asamblea Social del Agua al forcejear con elementos de seguridad del Congreso de Puebla para obligar el ingreso de una comitiva al salón del pleno y arrojar al piso la tableta del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política y líder de Morena, Gabriel Biestro Medinilla.