El sector automotriz de Puebla se prepara para negociaciones salariales marcadas por la presión internacional. Las empresas utilizarán los aranceles y el T-MEC como principal argumento para restringir los incrementos, justificando que el entorno global y la competencia con países como China complican las condiciones económicas y dificultan cualquier mejora en los sueldos, indicó Miguel Calderón Chelius, coordinador del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Expuso que esta táctica se volverá habitual, especialmente en las compañías multinacionales que concentran los mejores sueldos en el estado, como Volkswagen y Audi.
De acuerdo con el especialista, el ciclo de negociaciones salariales estará condicionado por factores que van mucho más allá de la dinámica local. Las compañías del sector, en busca de proteger sus utilidades, argumentarán que los aranceles complican el crecimiento salarial y tratarán de limitar los incrementos a niveles apenas superiores a la inflación.
Sin embargo, advierte que los sindicatos y trabajadores poseen margen para presionar y conseguir acuerdos más elevados: “Aunque los incrementos sean pequeños, lo importante es que sean reales”.
Durante la presentación del Informe Anual 2025 del Observatorio de Salarios, Calderón Chelius ahondó en la magnitud de la brecha salarial que enfrenta la mayoría de los trabajadores en México. De acuerdo con el especialista, el ingreso mensual necesario para el bienestar de una familia de cuatro personas tendría que ser de 29 mil pesos, cifra que contrasta de manera abismal con el salario promedio actual, que apenas ronda los ocho mil pesos.
“Estamos muy lejos de garantizar condiciones para vivir adecuadamente”, enfatizó, al subrayar que solo 5 por ciento de los asalariados en Puebla logra percibir esa cifra ideal. Esta distancia evidencia una precariedad persistente y sigue dificultando el acceso a la canasta básica y servicios elementales.
El informe resalta que, aunque el salario mínimo alcanzó este año los 278.80 pesos constantes —con un incremento acumulado de casi 130 por ciento respecto a 2018—, este avance no ha logrado alterar de fondo la situación general.
Asimismo, se indicó que en Puebla, solo 40 por ciento de los trabajadores remunerados subordinados cuentan con contrato escrito, es decir, una proporción menor que la nacional, cercana al 60 por ciento.
En tanto, solo 13 por ciento tiene acceso a guardería y/o cuidados paternos o maternos, mientras que el promedio nacional es de 22 por ciento aproximadamente.
El análisis concluye mencionando que durante las últimas décadas del siglo XX y las dos primeras del XXI hubo un deterioro constante de las condiciones laborales, y la tendencia es que continúe la informalidad, con malas condiciones de contratación y un nivel de sindicalización bajo.


