La apertura de los gimnasios puede ser la oportunidad de probar una nueva forma de prevenir la infección del COVID-19. Al hablar de los gimnasios me refiero a los centros deportivos donde se práctica el fisicoculturismo y deportes afines. El fisicoculturismo, aunque tiene una finalidad propia, la cual se combina con la estética, comparte su centro de entrenamiento con otros deportes.
Por ejemplo: el fitness (ejercicios gimnásticos especialmente indicados para conseguir y mantener un buen estado físico), la halterofilia (levantamiento del máximo peso posible), el powerlifting (ejercicios de ejecución: sentadillas, press banca y peso Muerto), la calistenia (ejercicios físicos con el propio peso corporal), el atletismo (en él se agrupan carreras, saltos, lanzamientos y pruebas combinadas).
Todos estos tipos de deporte, de una u otra forma, siguen un programa de entrenamiento con pesas, donde todos intentan controlar y desarrollar la musculatura. Actualmente, los gimnasios han abierto áreas para los deportes aeróbicos donde se utiliza la bicicleta, los elípticos, escaladoras y las caminadoras. Además, pueden tener clases de yoga, pilates, Zumba, spinning, boxeo y crossroad. Algunos gimnasios tienen albercas. También se puede hallar un área de baños con vapor, regaderas y vestidores.
Así que, al hablar de abrir un gimnasio debemos tener en cuenta que este puede ser un lugar muy heterogéneo. Probablemente, al presentar una propuesta para su apertura durante la epidemia del COVID-19 tengamos que ser muy específicos para que nuestra alternativa no se convierta en un centro de infección. Aún, dentro de lo heterogéneo que pueda ser un gimnasio, hay elementos comunes en entre los deportes que en esos lugares se practican. Por ahí es por donde debemos comenzar.
Pudiera parecer tedioso el volver a repasar los principios básicos de la transmisión del COVID-19, pero es necesario hacerlo a fin de unificar criterios en la toma de decisiones. Empezaremos asentando que las personas infectadas por el COVID-19, pero asintomáticas pueden transmitir la infección. En el artículo, La controversia sobre el potencial infeccioso de los asintomáticos con COVID-19, publicado en el periódico en línea, la Jornada de Oriente, abordo este tema en detalle, por lo que no lo haré aquí, https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/covid-19-2/.
La dinámica misma del ejercicio físico excluye que una persona con síntomas de cualquier enfermedad respiratoria pueda llevar a cabo ejercicios aeróbicos o anaeróbicos. En el caso del COVID-19 los síntomas moderados pueden ser los siguientes: fiebre, tos seca persistente, malestar en general, cansancio. Una vez se va desarrollando la infección se añaden otros síntomas que pudieran ser los siguientes: dolor en el cuerpo, dolor en la garganta, diarrea, pérdida del sentido del olfato o del gusto. Entre los síntomas graves pudieran estar los siguientes: dificultad para respirar o sensación de falta de aire, presión en el pecho e incapacidad para hablar o moverse. Esta lista de síntomas nos deja muy claro de que en los gimnasios van a estar ejercitándose personas, que de estar infectadas con el COVID-19, son asintomáticas.
La transmisión del COVID-19
Es de dominio público, por lo menos, así lo han hecho saber las autoridades sanitarias de casi todos los países del mundo que: el COVID-19 se transmite a través de gotitas respiratorias que se originan cuando una persona infectada habla, tose o estornuda o canta; el contacto con las gotitas respiratorias tiene lugar cuando las personas están en contacto cercano (a una distancia entre un 1.5 m. y aproximadamente hasta 2 m); las gotitas que contienen el virus pueden entrar en la persona no infectada por los ojos, la nariz o la boca.
Actualmente, existe la controversia de sí el COVID-19 es de transmisión aérea o por contacto de persona a persona. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la evidencia presentada por los 239 investigadores que levantaron el issue no es contundente, aun así prefiero participar en una estrategia preventiva que incluya las dos vías de transmisión https://www.eluniversal.com.mx/mundo/cientificos-advierten-que-covid-19-tambien-se-transmite-por-el-aire?fbclid=IwAR2JoaTURcZ1F1a55JpmnIyTOG2XZ4_QJZJmnwFiYYYTcrzi1FICqv9LBms.
La OMS define la transmisión infecciosa aérea como: la propagación de un agente infeccioso causado por la diseminación de núcleos de gotas que permanecen infecciosos cuando se suspenden en el aire a largas distancias y en el tiempo[1]. De acuerdo con la OMS la transmisión por gotitas es distinta de la transmisión aérea, pues esta última tiene lugar a través de núcleos gotículares que contienen microbios, en este caso sería el COVID-19. Los núcleos gotículares, que tienen un diámetro inferior a 5 µm, pueden permanecer en el aire durante periodos prolongados y llegar a personas que se encuentren a más de un metro de distancia[2]–[3]–[4] https://www.who.int/es/news-room/commentaries/detail/modes-of-transmission-of-virus-causing-covid-19-implications-for-ipc-precaution-recommendations.
Los gimnasios enfrentan el dilema de la posible transmisión del COVID-19 a través de: gotitas por contacto cercano (a menos de un metro) de una persona a otra y por gotitas aéreas generadas por personas al toser o estornudar. El riesgo se presenta cuando las mucosas (boca y nariz) o la conjuntiva (ojos) se exponen a las gotitas respiratorias que contienen el virus.
Además de lo anterior, se puede producir la transmisión por gotitas a través de fómites en el entorno inmediato de una persona infectada[5]. Por consiguiente, el virus de la COVID-19 se adquirirse por contacto directo con una persona infectada y, de forma indirecta, por contacto con superficies que se encuentren en su entorno inmediato o con objetos que haya utilizado (por ejemplo, un estetoscopio o un termómetro, en nuestro caso máquinas de ejercicio y pesas) https://www.who.int/es/news-room/commentaries/detail/modes-of-transmission-of-virus-causing-covid-19-implications-for-ipc-precaution-recommendations.
La estrategia para la prevención de la infección del COVID-19 en un gimnasio debe incluir la atención al personal trabajador de éste. La jornada laboral se convierte en un asunto clave en la prevención ya que, una persona cansada va a descuidar sus medidas precautorias. Todos los que hemos usado cubrebocas sabemos que éste es un instrumento molesto que dificulta la respiración y puede irritar la piel. El personal de atención al público está expuesto a todo el que se acerca a pedir ayuda, información o pago de la membresía al gimnasio.
Los entrenadores, los cuales son fundamentales en un gimnasio conviven con personas que pueden estar jadeando (exhalación y respiran), asociado al ejercicio vigoroso. Estas personas pueden toser o balbucear al hablar con el entrenador, lo que puede hacer que se propaguen partículas infecciosas el medio.
La información disponible sugiere que el COVID-19 puede sobrevivir durante períodos más largos en superficies lisas y duras, como el acero inoxidable, en comparación con el papel o el cartón. Los gimnasios poseen muchos equipos con estas características, lo que hace de la limpieza del equipo un factor importante. Tanto el personal encargado de la limpieza del gimnasio como los usuarios del equipo se expone a las gotículas en el aire y a los fómites.
La mayoría de los gimnasios se encuentran en áreas cerradas, con poca ventilación, lo que permite que el COVID-19 se mantenga en el interior del establecimiento. Las corrientes de aires en áreas abiertas ayudan a esparcir cualquier contenido tóxico que pueda haber en el medioambiente. Esto no es necesariamente factible en muchos gimnasios.
La prevención del COVID-19
Recientemente, la BBC-Mundo publicó un artículo que ofrece una posible explicación de porqué japón tiene una baja tasa de mortalidad en la epidemia del COVID-19. Yo voy a utilizar esa hipótesis para desarrollar algunas recomendaciones que podrían ayudar en la pronta apertura de los gimnasios https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-53300653?at_custom4=8AAA196C-BEEF-11EA-ACF8-4FFFFCA12A29&at_campaign=64&at_custom1=%5Bpost+type%5D&at_custom2=facebook_page&at_custom3=BBC+News+Mundo&at_medium=custom7&fbclid=IwAR2QfgsPmYyODn7j_C-AB28TaRsoN6DxSqDYitjuHb3ji9EFXdig_1bnyNA.
El gobierno de Japón dirigió sus esfuerzos en advertir a las personas sobre el potencial infeccioso cuando se está en un medioambiente que se describen en inglés con la “tres C”
(Closed espaces): espacios cerrados con poca ventilación.
(Crowded places): lugares llenos de gente.
(Close contact) Contacto cercano, como conversaciones cara a cara.
Pareciera que la primera “C” es insalvable para un gimnasio, pero cuando nos suscribimos al COVID-19 en un espacio cerrado con poca ventilación este no es un problema si el virus no estuviera en él. Nuestra meta, entonces, radica en eliminar el virus del interior del gimnasio. La primera sugerencia consiste en aplicar y mantener un programa de higiene y seguridad:
Recomendaciones: Limpiar significa eliminar la suciedad e impurezas, incluidos los gérmenes, de las superficies. La limpieza por sí sola no mata los gérmenes. Pero al eliminar los gérmenes, su cantidad disminuye al igual que el riesgo de propagar infecciones. Desinfectar significa usar productos químicos, como desinfectantes registrados por la EPA (Environmental Protection Agency), para matar los gérmenes de las superficies. Matar los gérmenes que quedan en la superficie luego de limpiar ayuda a reducir aún más el riesgo de propagación de infecciones https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/organizations/cleaning-disinfection.html.
La información disponible hasta el momento indica que la luz ultravioleta, el UV-C, inactiva eficazmente las bacterias sin dañar la piel de los mamíferos expuestos. La radiación UV-C se puede generarse de lámparas especiales o de un rayo láser. El uso de estas lámparas, además de usarse para eliminar gérmenes puede ayudar a cicatrizar heridas. La evidencia documental sugiere que la luz UV-C puede inactivar el COVID-19. Esta sería otra forma para eliminar el virus del equipo que se utiliza en los gimnasios.
El aire acondicionado o los climas artificiales no se recomiendan a menos que vengan acompañados de un sistema de ventilación de presión negativa. Si en un gimnasio se utiliza un sistema de ventilación artificial se debe tener en consideración el flujo continuo del aire: por un lado, se introduje aire limpio (ventilación) y por el otro se extrae el aire caliente, la humedad, el vapor, el humo, entre otros.
El término presión negativa se refiere al flujo del aire que ocurre de una zona de baja presión a una zona de alta presión. Ésta se presenta cuando el flujo de aire fluye hacia interior de un espacio. Esta presión es recomendable para áreas de como sanitarios, vestidores, donde se quiere extraer el aire por tener una menor calidad.
La apertura de un gimnasio dependerá de que los administradores y dueños de los mismo asuman la responsabilidad y la obligación de hacer cumplir las normas de la “Nueva Normalidad”. Es una obligación de los administradores el mantener higienizado el lugar y de evitar el aglomeramiento en el mismo. Los gimnasios deberán contar con facilidades para la utilización de gel antibacteriano Siguiendo las recomendaciones internacionales, no deberá haber más de una persona en un área menor de 2.5 metros cuadrados.
Además, la responsabilidad es compartida con el usuario del gimnasio. La mayoría de la divulgación salubrista a expuesto plenamente las medidas individuales de prevención para la infección del COVID-19. Los usuarios del gimnasio deben aplicarlas sin miramientos. Las personas en el gimnasio sudan más que la persona promedio. Por lo que la limpieza del equipo que se utiliza también debe ser responsabilidad del usuario. El deportista debe ser responsable con él, así como con los otros.
No se niega la dificultad de poder utilizar un cubrebocas mientras se lleva a cabo un ejercicio, pero eso no es excusa para no utilizarlo mientras se descansa o se platica con alguien. En este sentido deberíamos, como occidentales, aprender el valor y el beneficio del saludo oriental. El bajar un poco la cabeza puede expresar tanto cariño y respeto como un abrazo, un apretón de manos y un beso.
Estas reflexiones son el inicio de la búsqueda de una alternativa para que los gimnasios puedan abrir lo antes posible. En ninguna circunstancia pretende cubrir plenamente el tema de la prevención del COVID-19 en los gimnasios. No se incluyeron las reflexiones sobre los ejercicios aeróbicos, los cuales a mi entender tienen mayor riesgo si se llevan a cabo en grupo y en lugares cerrados. Tampoco se incluyó el uso de las albarcas. La información es amplia y si existe voluntad para resolver el problema de la clausura de los gimnasios podremos encontrar la solución de este.
[1] https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2014/2014-cha-prevencion-control-atencion-sanitaria.pdf
[2] Pica N, Bouvier NM. Environmental factors affecting the transmission of respiratory viruses. Curr Opin Virol. 2012;2:90–5. DOIExternal Link
[3] Kutter JS, Spronken MI, Fraaij PL, Fouchier RA, Herfst S. Transmission routes of respiratory viruses among humans. Curr Opin Virol. 2018;28:142–51.
[4] Fernstrom A, Goldblatt M. Aerobiology and its role in the transmission of infectious diseases. J Pathogens. 2013;2013:493960. DOIExternal Link
[5] Ong SW, Tan YK, Chia PY, Lee TH, Ng OT, Wong MS, et al. Air, surface environmental, and personal protective equipment contamination by severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) from a symptomatic patient. JAMA. 2020