Vecinos de la calle 32 Oriente y la Calzada Ignacio Zaragoza pidieron la intervención del gobierno del estado, debido a que el ayuntamiento de Puebla ha sido omiso en el retiro del comercio informal que ha invadido banquetas y entradas a sus viviendas, en las inmediaciones donde se construye la nueva sede del Congreso del estado.
Acusaron que organizaciones de vendedores se disputan abiertamente los espacios públicos cercanos al inmueble que se encuentra en etapa de construcción, a pesar de ubicarse en la Zona de Monumentos donde se libró la Batalla de Puebla.
Los vendedores, algunos agremiados a la organización Doroteo Arango, Antorcha Campesina, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes “28 de octubre” y otros protegidos por los comerciantes del Barrio de Xanenetla, han causado el enojo y molestia de los colonos porque además de generar montones de basura y aumento en la inseguridad, hay continuos enfrentamientos entre los propios comerciantes.
Integrantes de las referidas organizaciones han advertido que mantendrán presencia en la zona, una vez se haya concluido con los trabajos de construcción del Congreso local.
Imágenes que circulan en redes sociales documentan la presencia sobre la Calzada Ignacio Zaragoza de un número considerable de personas, así como de estructuras metálicas cubiertas con lonas sobre la acera vial.
Los colonos consultados dijeron que han solicitado la ayuda de las autoridades normativas, desde que iniciaron la construcción de las nuevas instalaciones del Poder Legislativo en Puebla; sin embargo, llevan varias semanas sin respuesta.
Debido a ello, solicitaron la intervención del gobierno del estado, pues afirmaron que con la llegada de ambulantes ha aumentado el robo de autopartes y el asalto a transeúntes.
A esta zona de la capital asistentes cientos de personas al día para caminar y correr, debido a que es de las pocas áreas arboladas de la ciudad que cuenta con infraestructura para la realización de rutinas de ejercicio.
Algunos peatones comentaron que se han tenido que bajar de la banqueta con el riesgo de ser atropellados por los camiones de volteo que día y noche permanecen en el lugar, debido a que las banquetas se encuentran invadidas por vendedores de comida, principalmente.
Incluso, los comerciantes instalaron carpas con estructuras metálicas, tanques de gas, cazos de carnitas, sillas y otro tipo de objetos que obstruyen la movilidad tanto para peatones, como para automovilistas.
Los vecinos dijeron estar cansados de esta problemática que pone en riesgo su tranquilidad y seguridad, por lo que advirtieron que, de no recibir el respaldo de las autoridades, tendrán que organizarse y manifestar su inconformidad.
En agosto pasado, se registró un enfrentamiento entre ambulantes, debido a la disputa de los espacios públicos.
Sobre el tema, el gerente de la Ciudad, Adán Domínguez Sánchez, ha dicho que no se permitirá la presencia de vendedores en la zona y que se implementarán operativos para su retiro, debido a que el Código Reglamentario Municipal (Coremun) prohíbe la actividad comercial.
Hasta la fecha no hay resultados contundentes de las autoridades, mientras los vecinos siguen enfrentando a diario la situación.