Animalistas condenaron el envenenamiento de al menos 7 perros y tres gatos ocurridos la semana pasada en el municipio de Piaxtla y exigieron que la Fiscalía General del Estado (FGE) investigue y el ayuntamiento como la Secretaría del Medio Ambiente Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot) apliquen a los culpables las sanción máxima establecida en al Ley de Bienestar Animal que impone 4 años de prisión y una multa de hasta 200 días de salario mínimo.
“No puede tolerarse una masacre como la que está sucediendo en Piaxtla. Estamos seguros de que hay un criminal profesional o se trata de criminales en formación, quienes están haciendo estos sacrificios de perros y gatos”, advirtió Arcelia García López, de la Fundación Lomitos con Alma.
La abogada añadió: “No hay que olvidar que por el Artículo 16 de la Ley de Bienestar Animal se creó el Instituto de Bienestar Animal del Estado de Puebla como órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial y cuyas principales facultades son: fomentar y promover la cultura cívica de protección, trato humanitario y respeto hacia los animales y emitir recomendaciones a los sectores públicos y privados para promover el cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal”.
Agregó que en el caso de Piaxtla, el instituto debe actuar porque está obligado a “desarrollar e implementar acciones en caso de contingencias, fungir como un canal de comunicación para la atención ciudadana y fomentar la cultura de la denuncia, además de torgar seguimiento a quejas y denuncias presentadas por hechos constitutivos de maltrato o crueldad en contra de los animales y coadyuvar e informar a las autoridades competentes, de actos u omisiones que violen la Ley de Bienestar Animal”.
En septiembre pasado, si poner en marcha el programa de adopción canina “Amor a Primera Vista”, la secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Manrique Guevara destacó la participación y compromiso de la población en la solución de problemas, y señaló que no hay esfuerzo institucional suficiente para combatir el maltrato y la crueldad contra animales.
En este contexto, antes de abrir las puertas de Casa Puebla, lugar del evento, “Marley” y “Samba” fueron adoptados por las familias Jiménez Chávez y Miranda Guevara, quienes recibieron a los canes en resguardo provisional, de acuerdo a la normativa oficial.