Jueves, marzo 28, 2024

ANÁLISIS CRÍTICO DEL MARCO CURRICULAR DE LA NUEVA ESCUELA MEXICANA

A partir del arribo de la 4T a la Presidencia, se anunció un nuevo plan de estudios para la educación básica, y se le denominó “Nueva Escuela Mexicana” (NEM). A tres años de su anuncio, da a la luz su programa educativo, retomando estrategias que los gobiernos anteriores usaron para implantar sus reformas.

En primer lugar, la NEM surge nuevamente de los equipos de diseñadores de la SEP sin la consulta y participación de las y los maestros y mucho menos de las comunidades del país. Se menciona, en su presentación que se impulsará a través de una “consulta” para la elaboración de los libros de texto del ciclo escolar 2022-2023, es decir, los documentos no oficiales de tal programa, se encontraban en un repositorio de la web con la leyenda “documento de trabajo” sin convocatoria o invitación expresa alguna y sin difusión a través de las vías oficiales para que las y los maestros de México lo conocieran. Esto puede interpretarse como un total desinterés de la opinión del magisterio por parte del gobierno.

Aunado a ello, la supuesta consulta que hace el gobierno para la elaboración de los libros de texto, se encuentra acotada a un pequeño número de participantes que podrán tomar la palabra, quienes, además, tuvieron poco tiempo para hacer un análisis profundo y fundamentar sus propuestas, la mayoría individuales, no emanadas de las escuelas o colectivos docentes. Consulta que va encaminada, como ha sido, a simplemente dar el aval a lo ya elaborado desde la SEP.

Plantear nuevamente la implementación de libros de texto nacionales se contrapone con la supuesta pretensión de respetar el contexto de las y los estudiantes en sus comunidades y regiones, impulsando nuevamente a la homogeneización de la educación.

Un grave problema será el hecho de que se plantea su aplicación a partir del próximo ciclo escolar, lo que quiere decir que las y los maestros conocerán el programa de manera ligera en la semana de capacitación previa al inicio del curso, careciendo de seriedad sobre lo que significa la labor educativa y de respeto hacia quienes la profesan y hacia quienes son los beneficiarios.

Las brechas de formación de los maestros activos y los maestros en ciernes que se encuentran en las escuelas formadoras, serán evidentes. El viejo problema de la no correspondencia entre lo que se estudia en las escuelas formadoras y los planes y programas a aplicar, se mantiene, y en el caso de la evaluación es contradictorio lo que se plantea en el documento para la evaluación de los estudiantes, en relación a lo que el estado sostiene para la evaluación de los docentes, siendo este último un proceso de carácter neoliberal, meritocrático,  antidemocrático y segregador, instrumento con el que pretenden justificar los bajos salarios de la mayoría de las y los maestros.

Por otra parte, la SEP no hace ejercicio de autocrítica sobre el rescate de las televisoras para su programa “aprende en casa” ni sobre la falta de infraestructura en una gran cantidad de escuelas de educación básica que carecen de lo elemental. Tampoco hay indicios de que las estructuras organizativas de las escuelas y del sistema educativo se horizontalizen, dejando atrás la verticalidad, el control y el autoritarismo que tanto daño hacen a la educación y, por ende, a las niñas, niños y jóvenes estudiantes y a sus comunidades.

Ante las anunciadas modificaciones, las y los maestros estamos vigilantes de que éstas no representen afectaciones laborales, es decir, que se respeten los nombramientos y funciones de cada maestro.

Consideramos que el proceso para una reforma educativa debe iniciar en las escuelas y terminar en ellas, es decir, retomar la discusión y experiencias que se desarrollan, tomando en cuenta la diversidad sociocultural de las comunidades y regiones.

Que, en el caso de los libros de texto, sus contenidos se encuentren, al menos, contextualizados por región y su elaboración se realice con el tiempo suficiente para su diseño y revisión con participación del magisterio. Que para que sean tomados como un instrumento más y no como el insumo base y único para el trabajo educativo, se dote de bibliotecas y material didáctico a todas las escuelas del país.

*  Comisión de Educación y Cultura de la Asamblea de Coordinación Secciones 10 y 11 CNTE. (Extracto)*

RENEGOCIAR LA DEUDA EXTERNA Y LOS TLC

By: Equipo Digital ELN, mayo 23, 2022           

Hasta ahora la costumbre de los candidatos es que ‘una cosa es lo que prometen en campaña y otra cosa lo que hacen siendo electos’, pero la actual presión de la sociedad para que haya cambios actúa a favor de extinguir este resabio.

Las elecciones presidenciales se han caracterizado por la polarización, no es fortuito que los candidatos representan intereses completamente diferentes; sin embargo, el grupo de electores que denominan indecisos (sin bandera política definida) son cerca de 8 millones y en últimas en sus manos está inclinar la balanza electoral, por esta razón cada vez más los candidatos tratan de matizar posturas, y en estos claroscuros sus posturas tienden a volverse ambiguas y contradictorias.

Dentro de los cientos de problemas que deja Duque para que resuelva su sucesor la economía es uno de los más neurálgicos por ser un eje transversal, -sin plata los proyectos no pasan de ser sueños-; así que sin importar su tinte político o ideológico el próximo Presidente debe resolver el Déficit de Gasto Social, de lo contrario se enfrentará a estallidos sociales más fuertes que el ocurrido el año anterior.

Las deudas adquiridas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en especial la Deuda Externa (DE) que asciende a 172.790 millones de Dólares (48,8 por ciento del PIB), asfixian el Producto Interno Bruto (PIB) y supeditan las políticas de Estado a cumplir con los intereses del FMI, que por supuesto son contrarios a las necesidades de la sociedad colombiana, en especial de las capas medias y bajas que requieren con urgencia un Gobierno que le dé prioridad al Gasto Social y disminuya el gasto en burocracia, Guerra y pago de la DE.

Si el próximo Presidente realmente busca un cambio favorable a la sociedad colombiana esto implica la renegociación de la DE y de los TLC, principales responsables de la desincentivación de la producción e industrialización nacional, necesarias para convertirnos en una economía sólida, lo cual sería contrario a los intereses del FMI, propósito que implica un pulso muy fuerte y demandará en especial de la fuerza y la movilización popular.

Comentarios a propuestas de Éric Toussaint en México

Éric Toussaint el autor de tantos análisis, críticas y propuestas en torno de las deudas públicas de los países es historiador, economista y militante mundial de la lucha sobre en lo que en particular llama la deuda ilegítima u odiosa, aquella que se contrae simulando beneficios sociales y públicos que más bien alientan los ciclos de dependencia y pérdida de soberanía nacional.

Su crítica en la breve entrevista que le hizo La Jornada en ocasión de su presencia en México como participante del Foro Social Mundial México 2022, se funda en su conocimiento de los antecedentes de la la política económica de la 4T realmente existente: la negativa de poder político (ejecutivo y de mayoría legislativa) a superar un obstáculo propio de la estrategia neoliberal: la acumulación de deuda externa e interna para sostener el funcionamiento del Estado y alentar la ganancia de las empresas gigantes, y su papel político como base de la inversión productiva y la distribución del ingreso.

La 4T ha aumentado el endeudamiento interno con los monopolios financieros transnacionales que actúan en México, no ha intentado la revisión de deudas muchas veces pagadas, odiosas, o de deudas que solo financiaron la especulación y la corrupción. Se pagan de ese modo los altos costos del IPAB, las tasas de interés por préstamos bancarios y los rendimientos que benefician a las Afore, además de indemnizar a empresas a las que se les  cancelaron contratos como la construcción del aeropuerto entre otras. No olvidar que con endeudamiento se ha mantenido al sistema de partidos de dominación.

Durante el gobierno de la 4T sólo ha menguado el ritmo de endeudamiento externo, pero reducir no es dejar de pedir o de pagar los nuevos créditos y sus altos intereses.

El gobierno actual se niega a una reforma fiscal, solo ha detenido algunas exenciones de impuestos a empresas y cobrado parcialmente algunos impuestos a capitalistas que no pagaban y ahora lo hacen con facilidades y ningún castigo. Toussaint propuso en cambio un programa al presidente electo AMLO para revisar las deudas odiosas a finales de 2018, que fue rechazado.

En las propuestas  de mayo de 2002,  se observa una lista de reformas no anticapitalistas que “aprovechen la coyuntura de confrontación imperialista, la elevación del precio mundial del petróleo y el relativo declive económico de Estados Unidos”. Sin embargo, las propuestas que van de una reforma fiscal que ya es un consenso entre los organismos económicos mundiales para aumentar impuestos a los más ricos, así como las ideas de nacionalizaciones y expropiaciones con participación y control social, no corresponden a la coyuntura política y social mexicana.

No existe la fuerza política, ni siquiera como mayoría en el Congreso para reformas constitucionales tal se mostró en el intento tibio de reforma eléctrica derrotado por la minoría opositora. La mayoría legislativa para decretos de reforma se topa con acuerdos de cúpula con bancos y grandes empresarios, impulsados por el presidente no solo en las mañaneras, sino en las asambleas de banqueros y ante el consejo mexicano de negocios (la cúpula capitalista).

Cuando Tossaint caracteriza como asistencialistas algunas medidas del gobierno de la 4T solo describe un fenómeno internacional, que la mayoría de los Estados realizan sea cual sea el partido que gobierna, entregando en efectivo dinero para paliar la caída de los ingresos de grupos de población vulnerable, pero que en México no se convierten en derecho a salario de desempleo, ni en renta básica y menos en un plan universal de pensiones dignas. Si bien esas políticas alivian las malas condiciones de vida, esa asistencia o “ayudas” intentan sostener niveles de consumo (es decir de ventas) en caída tras la dura expropiación del salario y el desmantelamiento de servicios públicos que trajo el capitalismo neoliberal.

Éric Toussaint, además, no ve que en la coyuntura política no existe ni se promueve la fuerza social organizada en movimientos para exigir o al menos respaldar reformas como las que propone el destacado economista. No es tarea del Estado y sus gobierno, sino de los movimientos populares articular esa fuerza, pero el Gobierno no propone la movilización, por el contrario contiene al tigre, busca el respaldo a declaraciones y medidas que no resuelven ni el problema económico  de  falta de inversiones productivas privadas y públicas, ni la reducción de las deudas, ni el gravar las grandes ganancias para por ejemplo pagar en salarios mínimo y No en UMAs las pensiones de la clase trabajadora, tampoco se enfrenta a fondo la inflación galopante con aumentos salariales o servicios gratuitos.

Éric Tossaint subraya los vacíos de política económica antimonopolio de la 4T tales como la falta de crédito barato para campesinos que están en crisis por la política paralela de importar maíz, elevar precio a los insumos del campo, alentar a los grandes productores de plantaciones y agroindustrias, despojar de agua y expropiar tierras para mineras y megaproyectos turísticos.

Reflexionemos con los datos de Tossaint, pero desde las experiencias de los movimientos populares para cambiar deuda por mejores condiciones de vida, seguridad social y ambiental e ingresos para el pueblo trabajador.

www.elzenzontle.org

[email protected]

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