Los representantes de los transportistas de carga sostienen que la situación de asaltos en carretera es mucho más grave de lo que se ha conocido por la opinión pública, ya que no solo hay robo de mercancías y unidades, así como asesinato de choferes; se ha llegado al extremo de que algunos conductores, luego de ser atracados los utilizan para robarles sus órganos.
Los dirigentes entrevistados por separado, de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (Amotac) y de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), indicaron que un factor fundamental para que les esté incrementando de manera alarmante el robo en las carretas del país, es que hay una colusión de mandos de la Guardia Nacional con las mafias dedicadas al robo de camiones y a la posterior comercialización de las mercancías que son obtenidas por los asaltos, así como las autopartes.
Hasta ahora hay una negativa constante del gobierno federal -dijeron los líderes- de no aceptar que la Guardia Nacional, junto con otras corporaciones policiacas están jugando un papel fundamental en que haya una crisis en la seguridad de las carreteras.
Rafael Ortiz, presidente nacional de Amotac, informó que el próximo lunes va a haber una reunión en Gobernación federal, en la que estará, por parte de la Guardia Nacional, Cruz Isaac Muñoz, director de Seguridad y Carreteras, y si persiste la actitud de no entrar a revisar el papel que está jugando esa corporación, entonces volverán a hacer un pero en el país.
Expuso que los transportistas están desesperados por el alza en asaltos, ya que derivado de estos, en toda la república, 30 choferes han sido asesinados, a dos de ellos les quitaron sus órganos, o están desaparecidos.
“Yo lo vengo demandando desde el año pasado, pero este general, Isaac Cruz, dice que son inventos, que todo es actuado y que le doy datos falsos (del robo de órgano). Es fácil decirte chismoso cuando no quieres investigar. (Si no hay respuesta) vamos a hacer lo que sabemos hacer y lo que nos sale de poca madre: hacer otra vez un paro camionero a esta policía que no sirve de nada”.
Sostuvo que la Guardia Nacional está coludida con los delincuentes, sobre todo en Esperanza, Puebla, donde los mismos transportistas han ido a recuperar camiones y se han encontrado patrullas de la Guardia Nacional resguardando a los asaltantes y a los vehículos. Al denunciar este hecho a Cruz Muñoz, les refutó que era un invento.
En tanto, José Guadalupe Roldán Reyes, delegado Puebla de la Conatram, dijo que tan solo en esta entidad federativa, en el tramo del Arco Norte hasta Esperanza, se llegan a robar a la semana hasta 60 camiones, pero lo más grave es que están extirpando órganos a los chóferes de las unidades, a la fecha han tenido conocimiento de dos casos.
“Uno de un chavo en el Arco Norte que le quitaron el riñón y otro que apareció sin vida y le quitaron sus órganos, ahí sí no sabemos qué fue lo que le quitaron, esto fue por Esperanza. Del primer muchacho fue hace como medio año y el otro tendrá como un mes”.
Añadió que los asaltantes siguen usando patrullas clonadas para asaltar a sus víctimas o cualquier otro vehículo para forzar a los choferes a que se detengan.
Expuso que aunque todavía hay reuniones de seguridad, ya no son tan constantes, por lo cual no pueden explicar directamente a los encargados ni exigir resultados.
Anteriormente, cuando todavía está la Policía Federal, se hacían tres juntas al mes en las instalaciones de la central camionera CAPU, en el Arco Norte y en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes; ahora es una cada tres meses, la última fue hace alrededor de mes y medio.
Comentó que, por separado, han tenido reuniones con Gobernación del estado de Puebla, desde el periodo de José Antonio Gali Fayad, pero no se resuelve ni el tema de inseguridad ni de cobros excesivos por arrastre de grúas y en corralones.
Roldán Tello comentó que lo que queda a los transportistas es extremar precauciones y preferentemente no circular de noche, aunque comentó que a él ya les robaron un camión a plena luz del día en Tepeojuma, el cual estaba valuado en 1.3 millones de pesos.