El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su rueda de prensa matutina del próximo jueves tendrá lugar en el “búnker” previamente utilizado por el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, quien recientemente fue declarado culpable en Estados Unidos de varios cargos criminales, incluyendo conspiración para traficar cocaína y hacer declaraciones falsas durante su proceso.
Te puede imteresar: Opositores intentan sacar “raja política” por el caso de García Luna, acusa Eduardo Rivera
Este antiguo refugio subterráneo de alta tecnología, construido bajo la administración del expresidente Felipe Calderón, fue en su momento la base de inteligencia contra el crimen organizado más importante de América Latina.
“El día jueves creo que vamos a ir al búnker que tenía García Luna, vamos a tener ahí la conferencia. Se van a rayar por lo que van a ver, si cuando los invitados, no a ustedes, pero a los machuchones del periodismo que los invitaba Garcia Luna, pantallas salían ahí embelesados diciendo “¡Qué maravilla, ohhhh!” Como si enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia fuese nada más un asunto de pantallas y del C5 o el C11”, dijo.
El “búnker” ubicado en el número 947 de la Avenida Constituyentes, era un complejo subterráneo ubicado en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, además de ser la base de inteligencia criminal más importante de América Latina, contaba con múltiples áreas especializadas.
Dentro del complejo se construyó un centro de mando estratégico que permitiría al entonces presidente seguir al mando del país en caso de emergencia extrema, como un terremoto de gran magnitud o alguna otra situación de gran impacto. También había unas 600 estaciones de intervención telefónica, que fueron trasladadas al Cisen durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Además, el complejo contaba con un área restringida a la que solo se podía acceder con una doble certificación de la CIA y la DEA. En ella se siguieron en tiempo real las operaciones secretas contra el crimen organizado transnacional de ambos países. El complejo también contaba con tecnología avanzada para el resguardo y procesamiento de datos, lo que permitía proteger más de 40 millones de transmisiones de información y realizar más de 15 mil conexiones simultáneas.
El “búnker de Constituyentes” era uno de los proyectos más grandes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, por lo mismo García Luna solía mostrarla a sus visitantes como una demostración de su presunta eficacia en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, el acceso a la instalación estaba estrictamente controlado y solo se permitía la entrada a la base de datos criminales a ciertos niveles de autoridad.
Durante su tiempo como secretario de Seguridad Pública, García Luna recibió visitas de varias figuras importantes, incluyendo a la entonces procuradora de Estados Unidos, Janet Napolitano, quien se mostró impresionada por la instalación. Otros visitantes notables incluyen a Michele Leonhardt, director de la DEA, Leo Panetta, exdirector de la CIA, y Ronald Noble, jefe de Interpol durante dicho sexenio.
A pesar de su importancia y tecnología avanzada, el complejo se encuentra en ruinas en la actualidad.