En la última fase de la campaña electoral, que comprende este fin de semana y hasta el miércoles entrante, el PRI pretendía desplegar un número importante de anuncios espectaculares y eso no fue posible porque se topó con la negativa de la mayor parte de las empresas dedicadas a administrar este tipo de publicidad, las cuales no quisieron rentarle nuevos espacios.
Los primeros argumentos fueron que ya no había sitios disponibles y que aunque había lugares que no están ocupados con anuncios actuales, en los próximos días serían utilizados por nuevos clientes.
Una vez que se agotaron esos argumentos, algún empresario del ramo acabó confesando a los encargados de la propaganda priista que en realidad su rechazo se debía a que recibió amenazas de que si vendía más lugares al PRI le podían desatar en su contra campañas de hostigamientos que podían ir desde negarle las licencias de funcionamiento y hasta derribarle los postes, plataformas y mamparas que emplea para colocar los anuncios en cuestión.
La gota que derramó el vaso fue que el PRI, en sus últimos anuncios espectaculares, exhibió la estrecha relación que en 2010 presumía Rafael Moreno Valle Rosas con la otrora poderosa dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales. En esa propaganda se reprodujo una portada de La Jornada de Oriente que anunciaba una entrevista en la cual Moreno Valle, en su calidad de candidato a la titularidad del Poder Ejecutivo, prometía que si ganaba las elecciones iba a gobernar de la mano de la “maestra”.
Por cierto en algunos medios de comunicación se dijo que durante la campaña de 2010 se había mandado una carta –a La Jornada de Oriente– para desmentir el dicho de Moreno Valle de que gobernaría de manera cercana a Gordillo Morales. Eso es mentira; en este periódico nunca se recibió alguna misiva o solicitud verbal de alguien del equipo morenovallista para intentar corregir la entrevista en cuestión.
Al revés; en ese entonces los morenovallistas presumían la alianza que había entre el candidato opositor y la ex dirigente del SNTE.
La negativa que recibió el PRI para colocar nuevos anuncios espectaculares es parte de la brutal inequidad que se observó en el actual proceso electoral, ya que antes de iniciar las campañas, Antonio Gali ocupó unos 320 espectaculares –ubicados en el municipio de Puebla y zonas conurbadas– para promocionar su imagen junto a la Rafael Moreno Valle Rosas, y ambos posaron frente al Centro Integral de Servicios, cuya construcción concluyó a inicios de este año. Ese enorme despliegue publicitario que se vio antes de las campañas a favor de Gali fue una muestra de que el grupo político morenovallista no solamente buscó ocupar la mayor parte de los espacios propagandísticos, sino también controlar a las empresas del ramo, ya sea por las buenas o bajo amenazas. Y lo más grave es que los consejeros del Instituto Estatal Electoral fueron cómplices de esa inequidad. Una muestra es que ayer determinaron que las docenas de espectaculares que se colocaron con la imagen de Gali y Moreno Valle antes de las campañas no fue promoción electoral, lo cual raya en lo cínico y lo absurdo.