“En 1948 y en 1976 las Naciones Unidas proclamaron
extensas listas de derechos humanos;
pero la inmensa mayoría de la humanidad no
tiene más que el derecho de ver, oír y callar.
La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
…
los niños de la calle no serán tratados
como si fueran basura, porque no habrá niños en la calle;
los niños ricos no serán tratados como si
fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla”
Eduardo Galeano
Han pasado dos años y unos meses más desde que inició la pandemia y desde luego que dentro de los afectados directamente han sido las generaciones que se encuentran estudiando en cualquier nivel escolar. Desde luego que no había institución educativa que haya considerado prevenir este problema y por ello es que el ciclo escolar 2019-2020 que finalizó en el mes de junio aproximadamente en plena pandemia fue un ciclo escolar casi perdido por los alumnos en términos de enseñanza. Pero si de eso hablamos, fue peor el ciclo escolar de 2020-2021, en donde de plano, a pesar de los medios tecnológicos, cada quien enfrentó como pudo el ciclo escolar. Y desde luego que poco se puede rescatar de ese ciclo escolar. Lo mismo que está sucediendo con el ciclo escolar que finaliza, esto es 2021-2022, que de la misma forma, es poco rescatable desde su organización hasta el aprendizaje que se pudo tener por los millones de alumnos que lo cursaron.
Pero lo cierto es que quedaron muchas herencias con estas tristes experiencias de estos dos y medio ciclos escolares, que esperamos que no repercutan en el alumnado, que mañana serán profesionistas o que, en su caso, estarán dirigiendo los destinos de nuestras naciones como gobernantes. Y es que, desafortunadamente, es muy poco tiempo aun para saber que efectos tuvo en la educación el problema de la pandemia. Sin embargo, muchas escuelas e instituciones se mantendrán en línea en sus clases, precisamente por el riesgo de perder alumnado que se ha acostumbrado a esa comodidad, al igual que, los padres de familia que se han acostumbrado. Por ejemplo, a las clases virtuales, a no acudir a clase toda la semana y sobre todo, con la idea firme de que no es necesario acudir y, con ello, las propias evaluaciones que están en las mismas condiciones, en cuanto a que, no es pertinente de ninguna forma una evaluación o examen: “Todos aprobados”.
Ahora, los profesores deben ingeniarse para evitar exámenes finales y sustituirlos por trabajos copiados por Internet, y no es otra cosa que, un camino muy sencillo a no esforzarse, a no tener el deber de cumplir con lo que a uno se le encomienda que, si en la escuela no se instruye al respecto, pues poco se podrá esperar de estas generaciones respecto a obligaciones que pudieran tener en el futuro.
Ya no es novedad lo que sucede en las clases a distancia, se han vuelto un dolor de cabeza para la gran mayoría de los profesores y las instituciones, pues esos medios son una ayuda, una herramienta, pero no es la salida para nuestro pésimo nivel de educación que actualmente se tiene, es más pudiera decirse que, es parte de la enfermedad, el que se haya presentado estos ciclos escolares por vía remota.
El problema principal está en los que están cursando la primaria o la secundaria, que son instrucciones básicas para el conocimiento y para el desarrollo humano. Y que decir de los universitarios o bien, los que están estudiando alguna especialidad, maestría, o incluso, doctorado, las secuelas de lo que sucedió en dos y años y medio sin escuelas tradicionales no se tardará en experimentar en el día a día sus letales consecuencias. Por ello es que, estamos hoy con el sistema escolar denominado “hibrido”, en el cual, si bien habrá algún alumno presencial, la mayoría lo hace por medio electrónico, desde luego que, prefiriendo no acudir a clase, provoca que los salones se queden vacíos, por su parte, tarde o temprano las escuelas promoverán las clases pre-grabadas y los alumnos se quedaran sin profesores. Por ello es que, nos hemos encontrado con alumnos sin clases y clases sin alumnos. (Web: parmenasradio.org)