Para noviembre próximo, Puebla contará con un catálogo, no un inventario, del acervo artístico y documental de los 21 museos estatales que contendrá, a través de un sitio electrónico abierto a la libre consulta, las casi 140 mil piezas que conforman el patrimonio cultural del estado.
Lo anterior, fue informado por Anel Nochebuena Escobar, directora del Organismo Público Descentralizado (OPD) Museos Puebla, en el marco de los 378 años de la donación que hiciera el obispo Juan de Palafox y Mendoza de su biblioteca personal -en 1646- para conformar la primera biblioteca pública de América, que hasta el siglo XX, gracias a Hugo Leicht, fuera llamada Biblioteca Palafoxiana y reconocida, en los años 80, como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
La realización del catálogo, expuso acompañada por el musicólogo Gustavo Mauleón Rodríguez, uno de los especialistas que trabajan en el catálogo, al lado de la historiadora del arte Ana Martha Castillo, remplaza el proyecto de instalación de los mal llamados “chips” que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta impulsó, con el entonces secretario de Cultura Sergio de la Luz Vergara Berdejo, para controlar y contabilizar el acervo. Ello, luego del inventario realizado en junio de 2021 por la Secretaría de la Función Pública que arrojó un listado de 132 mil 780 piezas en total, de las cuales cinco mil 981 piezas eran faltantes, además de que se había dado el hallazgo de otras 32 mil 473 que no formaban parte del inventario.
A pregunta expresa, Nochebuena Escobar señaló que se desistió de la instalación de los mal llamados “chips” por recomendación directa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debido a que estos elementos, una suerte de pequeñas placas metalizadas como las que se colocan en los productos de un supermercado, sí dañaban a las piezas.
Dijo que si bien el tema está en manos de la Secretaría de Cultura (SC), que ya ha interpuesto la “demanda correspondiente a quien resulte responsable”, lo que hizo el OPD Museos Puebla fue “catalogar museo por museo, pieza por pieza”, lo que ha implicado “revisar, fotografiar y pasar a manos de restauradores” las obras para que evalúen su estado actual y su ubicación.
“Es una ficha sencilla que se hizo junto con el INAH federal, el INAH estatal, la SC federal y la estatal, y la Dirección de acervos nacional (…) La SC nos dio un soporte digital para volcar la información que tenemos sobre su soporte digital para que luego pase a la página de Museos Puebla y se vea, museo por museo, el número de piezas que existe, la fotografía y el estado según los restauradores”, detalló.
Particularmente, sobre los “más de 200 libros de la Biblioteca Palafoxiana” que fueron reportados como faltantes en el inventario de junio de 2021, el investigador Gustavo Mauleón dijo que “los libros que se consignaron como ‘robados’, que además fue un término que fue mal empleado pues el término que se usa es ‘con ubicación desconocida’ (…), nos dimos cuenta que esos libros están, y siempre estuvieron en la biblioteca”.
Puso como ejemplo dos ejemplares de unas cartografías de principios del siglo XVII “y los libros ahí están”. Por tanto, acotó que el trabajo de catalogación “sigue adelante” y se va contrastando con otros dos antecedentes: el mismo catálogo antiguo y el que hizo Hugo Leicht, en los años 30 del siglo anterior, que deja ver “cómo se fueron moviendo los libros en las estanterías, porque sí hubo cambios”.
En ese sentido, Mauleón Rodríguez mencionó que como resultado de esta nueva catalogación será el proporcionar un “número exacto” del acervo de la Palafoxiana, a la par de “la suma de 18 mil 30 publicaciones periódicas del siglo XX que no estaban inventariadas”, y “55 cajas de archivos con maravillas del archivo de la biblioteca”, entre ellas algunos tratados de lenguas indígenas, como lo “es la lengua atlixteca que tiene vocabulario”, y de la cual se tiene noticia por primera vez, además de objetos que “seguramente venían en la donación de Palafox de 1646”.
Tesoros dentro de tesoros
El musicólogo Gustavo Mauleón, estudioso de los archivos poblanos, de la música y los órganos de la región, expuso que dentro de dos de los nueve incunables que pertenecen a la Biblioteca Palafoxiana identificó manuscritos medievales que serían considerados “de los documentos occidentales más antiguos” llegados a la entonces Nueva España, producto del trasiego editorial de la época.
Se trata de La ciudad de dios de San Agustín, una edición de 1475, y El tratado de las fiebres de Francisco de Bobio de 1486.
En el primero, un libro encuadernado a finales del siglo XV, fueron encontrados, en sus tapas una sustitución de máculas debido a que tenía algunos daños que fueron sustituidos por dos fragmentos de vitelas, manuscritos e iluminados, a dos columnas, es decir, se usaron dos manuscritos “viejos” para arreglar la encuadernación pues no importaba qué tipo de elementos fuera, solamente de piel, para que fueran cómodos al movimiento del libro y le diera más vida, “algo impresionante pues han pasado más de 500 años. El manuscrito está escrito en latín y en provenzal, tiene letras capitulares de tipo “aquitano”, de una región al sur de Francia en donde había importantes monasterios. En el proceso fue consultado Alberto Montaner Frutos, investigador de la Universidad de Zaragoza y experto en el Mío Cid, quien sorprendido dijo que “estábamos ante un elemento de finales del siglo XIII con una temporalidad posible hasta mediados del siglo XIV”.
En el segundo incunable, El tratado de las fiebres de Francisco de Bobio de 1486, Mauleón Rodríguez explicó que se trata de un libro de medicina basado en varios tratados árabes antiguos, una edición “exquisita, lujosa, pero que algunas partes faltantes del libro las sustituyeron con un manuscrito del propio siglo XV a la manera de los escritos aquitanos pero aquí con caracteres góticos, letras capitulares góticas iluminadas”. En suma, afirmó que se concibe como “un libro híbrido: una parte impresa y otras manuscritas que conforman la unidad de la obra”.
Conferencias y un concierto “a la luz de las velas” para conmemorar a la Palafoxiana
Para conmemorar los 378 años de la donación que hiciera el obispo Juan de Palafox y Mendoza de su biblioteca personal -en 1646- para conformar la primera biblioteca pública de América se prepara un programa de conferencias y conciertos en la Biblioteca Palafoxiana, que incluye la exposición in situ Globos terrestres y celestes, instrumentos de la ciencia palafoxiana, montada durante septiembre.
Asimismo, las conferencias Tesoros manuscritos de la Palafoxiana, con Gustavo Mauleón para este viernes 6 de septiembre a las 11 horas, seguido de Los incunables europeos y primeros libros mexicanos en la Palafoxiana, a cargo de Juan Fernández del Campo, jefe de departamento de la propia biblioteca.
Para el sábado 7 también a las 11 horas se hará las charlas Los mapas de la Biblioteca Palafoxiana, a cargo de Ricardo Cabrera; mientras que el jueves 12 de septiembre a las 12 horas tocará el turno a El seminario tridentino y la formación de las élites letradas, con Rosario Torres, para cerrar el jueves 26 del mismo mes a las 12 horas con La escritura de la donación de la Biblioteca Palafoxiana, con Arturo Córdova Durana.
El ciclo de celebraciones concluirá con un concierto “a la luz de las velas” que será el jueves 19 de septiembre a las 19 horas con obras mexicanas, con entrada libre.