Al día 18 de julio de 2024, México no está experimentando un brote activo de COVID-19. El país finalizó el estado de emergencia sanitaria por COVID-19 en mayo de 2023, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero nunca se ha dado por finalizada la pandemia, que definitivamente sigue activa.
En efecto, sí hay un ligero aumento en los casos de COVID-19 y otras enfermedades respiratorias desde principios de 2024; sin embargo, el número es significativamente menor que en los picos de olas anteriores. La mayoría afortunadamente son leves y no requieren hospitalización y si bien es cierto que ha habido un incremento en el número de enfermos por infecciones de vías respiratorias, no hay evidencia que sugiera que este sea motivo de preocupación en este momento, en términos de mortalidad.
El número de casos nuevos de COVID-19 sigue siendo significativamente menor que los picos alcanzados en 2021 y principios de 2022. La mayoría de los casos nuevos son leves y no requieren hospitalización. El número de muertes se ha mantenido relativamente estable en las últimas semanas.
Por otro lado, las tasas de mortalidad son significativamente más bajas que durante las olas anteriores de la pandemia. Esto se debe principalmente a la alta cobertura de vacunación y a la mayor disponibilidad de tratamientos efectivos.
Se puede entender este fenómeno por una serie de factores relacionadas con las mutaciones del virus que la produce y que se denomina SARS-CoV-2 (que son las siglas en inglés que significan Síndrome Respiratorio Agudo Grave, generado por el Coronavirus tipo 2). La variante BA.5 de Omicron, que es más contagiosa que las variantes anteriores, es la dominante en México. Además, el relajamiento de las medidas de prevención, como el uso de cubrebocas y el distanciamiento social, también están contribuyendo al aumento de casos. Otra subvariante de Ómicron, denominada BA.4 junto con la BA.5 son las más comunes circulando actualmente a nivel mundial.
Te podría interesar: Palabras extrañas en política: poderes fácticos
Desde el panorama regional, la Ciudad de México y Baja California Sur han tenido las tasas de incidencia más altas, es decir, el número mayor de nuevos casos, que es una condición digna de tomarse en cuenta, en el caso de que se hagan viajes para allá, buscando mejorar las medidas de control.
Indudablemente las vacunas continuarán siendo la mejor manera de protección contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte por COVID-19. El uso de cubrebocas en espacios públicos cerrados y concurridos puede ayudar a reducir la transmisión del virus. El lavado de manos frecuente, como es de dominio público, favorece la eliminación del virus y se previene la propagación. Si se tienen síntomas de catarro, es importante aislarse de los demás para evitar contagios.
Todas estas recomendaciones parecerían ociosas en este momento, sin embargo, no es por demás reforzarlas cotidianamente, sobre todo porque en medios de comunicación he percibido una serie de críticas que me parecen desconsideradas e inclusive mal intencionadas. Por principio de cuentas hay que entender que las variantes del SARS-CoV-2 son linajes del virus que han adquirido mutaciones genéticas que les confieren características diferentes al virus original.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica las variantes del SARS-CoV-2 en dos categorías principales: Variantes de preocupación (VOCs), que son aquellas que tienen un mayor riesgo de causar enfermedades graves, hospitalización y muerte o un mayor impacto en la salud pública; y las variantes de interés (VOIs), que son aquellas con características genéticas que sugieren que podrían tener un mayor impacto en la salud pública, pero sin que se haya demostrado que lo tengan.
Actualmente, la variante de preocupación dominante en México es BA.5 y la BA.4, que son subvariantes de Ómicron y que se consideran VOCs.
La variante Delta fue dominante en México a finales de 2021 y principios de 2022, pero ahora ha sido reemplazada en gran medida por las subvariantes de Ómicron. La Gamma fue dominante en algunas partes de Brasil y Sudamérica, pero no tuvo un impacto significativo en México. Por último, la Alpha fue dominante a nivel mundial a principios de 2021, pero ahora ha sido reemplazada por otras. Es importante tener en cuenta que nuevas variantes del SARS-CoV-2 van a surgir en cualquier momento.
Hasta la fecha, las vacunas que han demostrado mayor efectividad contra las variantes BA.4 y BA.5 son las vacunas bivalentes de ARNm de Pfizer-BioNTech y Moderna; sin embargo, la efectividad de las vacunas puede disminuir con el tiempo, por lo que es importante recibir las dosis de refuerzo recomendadas. No se puede descalificar a las vacunas Abdala y Sputnik, de modo que deben de aplicarse de acuerdo a los esquemas que vayan siendo recomendados por nuestras autoridades en salud, pues son con las que contamos y que también son efectivas.
La experiencia de tener que enfrentar una pandemia es aterradora, de modo que resulta imprescindible adoptar las medidas necesarias para mitigar su impacto, a través de la información, la disminución de la transmisión, la generación de conciencia y la vacunación.
También puedes leer: La última enfermedad de Valentín Gómez Farías
Comentarios: [email protected]