A nueve meses de su anterior visita y a más de seis años de haber sido afectado por el sismo del 19 de septiembre de 2017, la secretaria de Cultura federal Alejandra Frausto Guerrero realizó una nueva visita de supervisión de obras al exconvento de San Miguel Arcángel en Huejotzingo.
Por medio de un comunicado, se informó que la funcionaria federal “hizo un llamado para que el mantenimiento constante ayude a prevenir que, ante otros sismos, haya afectaciones (sic) tan graves como ocurrió entonces”
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Para este objetivo, dijo, se dejará a las autoridades eclesiásticas, a la comunidad y a los tres niveles de gobierno un documento que permitirá saber el estado actual del inmueble, a la par de informar qué acciones se realizan, así como las acciones de mantenimiento y cuidado, para que las nuevas generaciones puedan seguir disfrutando de él.
A inicios de julio de 2023, durante otra visita, Frausto Guerrero reiteró a la comunidad el compromiso de concluir con los trabajos de reconstrucción en 2023.
“Este año tenemos que concluir, como esta, 926 obras en ocho estados del país. En Puebla, que es una de las zonas donde más edificaciones como esta existen, fueron afectados 781 templos, en su mayoría, de los cuales ya entregamos 591”, dijo entonces.
Sobre el presupuesto destinado para este propósito en Puebla, la titular de Cultura a nivel federal informó que se han ejercido mil 444 millones de pesos, mientras que para 2023 se ejecutarían 187 obras con una inversión de 794 millones 200 mil pesos.
En particular, Frausto Guerrero expuso que para el exconvento San Miguel Arcángel el monto a destinar sería de 19 millones de pesos, cifra que permitiría su recuperación con vías a que en 2024 la comunidad ya pueda volver a apropiarse de este espacio comunitario.
“Los templos son el corazón de las comunidades; tienen que volver al culto, volver a la comunidad, son espacios de reunión, siempre representan aquello en donde se celebran las culturas vivas de la comunidad”, mencionó.
La encargada de la política cultural del país acotó que las obras las realizan las comunidades, y, una vez que el recinto se entregue, también se dará un documento en el cual se explique cómo se debe realizar el mantenimiento preventivo, a fin de que otro siniestro natural no afecte a la estructura como ocurrió en 2017.
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Destaca que el conjunto conventual es un monumento histórico. Cuenta con un atrio que está delimitado por tres bardas coronadas por pináculos además de que cuenta con dos accesos: el primero con dirección al poniente en este se presenta una triple arcada levantada sobre una escalinata que conduce al atrio; y el segundo ubicado al norte, con una doble arcada, que conduce de igual manera al interior en donde cuenta con capillas posas, ubicadas en las cuatro esquinas del atrio. Dichas capillas posas están dedicadas a la virgen de la Asunción, a San Juan Bautista, a los Santos Pedro y Pablo y Santiago Apóstol.
Desde 1994, el inmueble fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas inglés), como parte de la lista de los Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl. En 2017 sufrió, entre otros daños, grietas y fracturas en bóvedas y muros.