El presidente municipal de Cuautinchán, Raúl Babines Pérez, denunció que debido al conflicto que se suscitó con la transnacional Cementos de México (Cemex) ha recibido amenazas por parte de representantes de la empresa que lo intimidan con cárcel si clausura los trabajos de construcción en la planta cementera, a pesar de no contar con permisos ni licencias. El único documento que tramitó la compañía para tal efecto precede del año 2007.
En entrevista, con La Jornada de Oriente, el edil sostuvo que en los últimos 26 años la cementera ha incurrido en una serie de irregularidades que van desde la falta de pagos de impuestos como el predial y en el refrendo de las licencias de funcionamiento, hasta la posible falsificación de documentos oficiales para intentar documentar que no evadido el fisco.
Informó que luego de una amplia mesa de negociación, que concluyó a las 3 horas del pasado viernes, finalmente por “voluntad política” su gobierno accedió a quitar los sellos de clausura, siempre y cuando la empresa cumpla con su compromiso de ser una compañía socialmente responsable.
A cambio, dijo que Cementos de México se comprometió a realizar los pagos de impuestos al ayuntamiento de Cuautinchan, así como a efectuar obras en beneficio de la población, entre ellos, la construcción de una Unidad Deportiva y Salón de Usos Múltiples.
En ese sentido, precisó que se firmó una minuta de trabajo, en el que participaron representantes del gobierno federal y estatal, debido a que Cemex en todo momento arguyó que no paga impuestos a los ayuntamientos de Tepeaca, Cuautinchán ni Tecali de Herrera, donde territorialmente se encuentra la fábrica, porque precisamente lo hace a la Federación.
Sin embargo, Raúl Babines reveló que la empresa no pudo fundamentar tal señalamiento, al carecer de la documentación oficial.
Incluso, dijo que la compañía evitó que dentro de la minuta firmada se obligara a Cemex a resarcir los daños que ocasiona al medio ambiente por la explotación de la piedra, que deja una nube densa de polvo y que vuelve infértil las tierras agrícolas.
“El polvo genera una gruesa capa que cada año se va solidificando hasta que la tierra ya no sirve. Lo ideal es que la empresa creara una reserva ecológica en los cerros que desapareció para la fabricación de cemento”, reclamó.
El presidente municipal informó que para dar cumplimiento a los acuerdos la planta cuenta con al menos un mes de plazo.
De lo contario, advirtió que su gobierno está dispuesto a clausurar de manera definitiva los trabajos de ampliación de la planta cementera que se encuentra en territorio principalmente de Cuautinchán y Tecali de Herrera.
Durante la entrevista, Raúl Babines destacó que los tiempos han cambiado y que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta salió en respaldo de los alcaldes que quieren hacer las cosas bien y conforme a derecho.
A pesar que en su momento hubo un linchamiento mediático por supuestamente causar pérdidas económicas a la fábrica, tras la colocación de los sellos de clausura, el edil dijo que Barbosa le dio todo el apoyo en esta decisión.
“El gobernador nos dijo que contaba con su respaldo en la toma de estas decisiones, y lo que queremos dejar en claro es que no nos oponemos al desarrollo económico de la región, pues la empresa amenaza con irse a otro lado, cuando lo único que pedimos es que pague sus impuestos y solicite los permisos ante la autoridades responsable”, reclamó.
El alcalde aclaró que desde hace 26 años que se instaló Cemex en el municipio, no han recibido ningún beneficio económico ni en obras por parte de la transnacional.
Por el contrario, reveló que sólo un habitante de Cuautinchán trabaja con plaza en la cementera.
“No hay Bolsa de Empleo ni capacitación para la gente del municipio, como ocurre con otras empresas de esta magnitud que apoyan a la comunidad; fuéramos una ´pequeña ciudad’ con todos los servicios si Cemex nos dejara algún beneficio”, afirmó, al comparar el caso de la armadora Audi con el pueblo de San José Chiapa.
Es más, enfatizó, que los pagos que generan por impuestos son raquíticos para el municipio, como es el pago de predial que no supera los 9 mil pesos anuales, debido a que Cemex paga como terreno rústico y no como fábrica.
Al final, el presidente municipal advirtió que el tema de Cemex apenas comienza. “Los tiempos han cambiado y los gobiernos también, no le exigimos más que cumpla con la Ley”.