La Noche de las estrellas es como una “puertecita” que invita y alienta a quienes tienen interés por la ciencia a adentrarse en ella. Una vez más, la noche del sábado 3 de diciembre las puertas de la ciencia se abrieron para los cientos de personas que se dieron cita de la UAP para participar de este acto anual enfocado en la difusión científica.
Unidos y al mismo tiempo dispersos en las áreas de Ingenierías y Ciencias Físico Matemáticas de Ciudad Universitaria (CU), los asistentes disfrutaron de la observación celeste a través de los 150 telescopios, además de 150 talleres y experimentos, otro tanto de charlas ofrecidas por profesores investigadores, así como la participación de mil universitarios.
Para Alberto Cordero Dávila, investigador de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UAP, actos como la Noche de las estrellas son como abrir una puerta, convencido de que si bien los científicos tienen una propia vida que los hace pensar en la ciencia, un momento clave es encontrar una puerta abierta donde meterse a ella.
“Aquí, se muestran a la gente esas puertas: se abren y van al laboratorio, y ven que es posible hacer un telescopio, un microscopio. Son puertecitas que se abren y es la oportunidad de abrirlas”, refiere durante una entrevista tras el acto inaugural.
Señaló que este año, bajo el eslogan La ciencia, sustento del desarrollo, la Noche de las estrellas es un acto que llama a preguntarse, a la sociedad en general, que el sustento del desarrollo no debe ser la ganancia sino el desarrollo de la población, sin destruir el planeta y sin hacer más pobres a los pobres.
“Las ciencias básicas ponen sus baterías en algo y tratan de resolverlo. Un buen ejemplo, es la investigación de ciencia básica que se hizo en las áreas de microbiología y virología que permitió que en un año se tuviera la vacuna –contra el Covid-19-, evitando que hubieran fallecido más personas. Si hay ciencia básica, después se puede aplicar y resolver problemas”, sostuvo el autor del programa Del aula al Universo, que ha hecho posible que alrededor de mil escuelas del país cuenten con al menos un telescopio propio.
Consideró además que la Noche de las estrellas destaca por la forma que se suman universitarios, quienes no reciben algo a cambio, que forman parte de esto y están pendientes de la convocatoria, para luego participar en experimentos, talleres y disponer de sus telescopios.
“Esos mismos como parte de la sociedad jalan a sus familias, amigos, y así ha ido ocurriendo durante más de una década que la misma gente de acá es la que invita, jala y empuja”, expone el merecedor del premio Cabrillo de Oro por parte de la colaboración científica internacional del Observatorio Pierre Auger de Rayos Cósmicos Ultraenergéticos.
El conocimiento, que es un bien común, universal
Al inaugurar la Noche de las estrellas en CU, organizada por la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM), la Facultad de Computación, la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura, y el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, además de otras unidades académicas, el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado Ignacio Martínez Laguna, expuso que el acto marca una pauta a la universidad en torno la difusión y la divulgación científica.
En representación de la rectora Lilia Cedillo y acompañado por el vicerrector de Cultura, José Carlos Bernal, dijo que el tema de este 2022, La ciencia, sustento del desarrollo, deja ver que hoy en día no se puede explicar el desarrollo sino es través del conocimiento, que es un bien común, universal, generado en un sector y llevado a la sociedad, como ocurre con la Noche de las estrellas, que dispone lo que la UAP genera en conocimiento.
A su vez, Martha Alicia Palomino Ovando, directora de la FCFM destacó la labor conjunta entre facultades y unidades académicas para lograr esta Noche de estrellas, que no sólo se llevó a cabo en la ciudad de Puebla sino en otras sedes ubicadas en municipios como Cuautlancingo, Chignahuapan, San Andrés Cholula, Huaquechula, Zacatlán e Izúcar de Matamoros, entre otros.
De paso, José Eduardo Espinosa, director de Desarrollo Internacional de la UAP, mencionó que de regreso a la presencialidad, la Noche de las estrellas 2022 permite que talleristas, conferenciantes y encargados de telescopios ofrezcan sus conocimientos a los asistentes, a la par de “toda la belleza y la magia de la ciencia”.
En su turno, Gregorio Rogelio Cruz, coordinador de Capacitación Astronómica del Aula al Universo de la UAP refirió que con los más de 150 telescopios instalados, en la noche medio nublada de este sábado podían verse objetos de espacio profundo –como cúmulos de estrellas, una galaxia y varias nebulosas– y objetos de espacio cercano -como la Luna, los planetas Marte, Júpiter y Saturno-.