Siempre habrá espacio para recordar a Alaíde Foppa (1913).
Una mujer que se comprometió con la verdad de su tiempo, y a la que dolorosamente la realidad le impuso un final desconocido.
Nunca se supo de su paradero, allá por los últimos días de diciembre de 1980, en su natal Guatemala.
Sabemos que realizaba contactos con alguno de sus hijos, militante de la guerrilla del vecino país.
Meses antes, otro de sus vástagos había sido muerto en esa misma lucha, la emprendida para liberar y democratizar a una Guatemala anquilosada.
Su marido había muerto también, en Ciudad de México, víctima de un accidente empujado por la depresión que le originó la pérdida compartida.
De modo que aunque hayan corrido ya muchos años, cualquier estampa que se rotule con su nombre, Alaíde Foppa, será bienvenida, como es el recién circulado (por el FCE) Viento de primavera. Antología poética (1945-1979).
Una modesta edición que revive la presencia y la obra de esta guatemalteca, aunque nacida en Barcelona, misma que se construye a partir de la voz más íntima y llega hasta los entornos natural y político.
Por supuesto también al cuestionamiento de la condición femenina, la maternidad y el vínculo con los hijos.
Libro que además incluye un emocionado texto de Elena Poniatowska, quien dibuja una Alaíde Foppa entera, viva.
Dice Poniatowska:
“Alaíde es el símbolo de la lucha de las mujeres latinoamericanas por la libertad, contra la infamia de la desaparición, apenas un pequeño colibrí, pájaro del amor, que las mujeres quichés bordan en su huipil en señal de duelo cuando sus hombres no vuelven de la guerra, de la cacería, o son, como hoy, asesinados en un campo de maíz, a traición, y se les calcina en una zanja como a los treinta y nueve campesinos que se atrevieron a tomar, en señal de protesta, la sede de la Embajada de España en Guatemala”.
Evocaciones libres
Presentada cronológicamente, la antología de la guatemalteca recorre el trabajo poético realizado en más de tres décadas, y plasmado en media docena de títulos, la mayoría de ellos fuera de circulación.
La poesía de Alaíde Foppa no desdeña objetivos y sus voces, evocaciones libres, que van del entendimiento de la existencia al paisaje, el entorno, los tiempos y el mismo cuerpo.
También ensayista y académica universitaria, la autora puede observarse de cuerpo entero en este centenar de poesías que apuestan por la palabra.
“Casi todo lo espero / de las palabras / sin saber siquiera / lo que prometen / lo que me niegan / lo que está más allá / del eco que despiertan”.
Nuevamente la pluma de Poniatowska, resume así el multiplicado compromiso vital de Alaíde Foppa:
Poeta, mujer, trabajadora, madre de familia, amiga, fundadora de fem (revista pilar del movimiento feminista), crítica de arte, impulsora de vocaciones, defensora de mujeres, feminista.
“Hoy por hoy”, concluye Poniatowska, “el hermoso rostro de Alaíde se nos aparece de vez en cuando en los momentos duros y nos ponemos a pensar, junto con la poetisa Isabel Fraire, cómo es posible que no nos diéramos cuenta de que era tan bello”.
Viento de primavera, una invitación al encuentro con la poesía (y la vida) de Alaíde Foppa, de quien recuperamos un “Adiós”:
Con los ojos de la despedida
os vi aquel día,
cosas de nuestra vida.
Con los ojos de la despedida,
la vida parecía
una cosa perdida.
La casa estaba vacía
en la hora de la despedida,
y sin embargo quedaban
las cosas de nuestra vida.
Alaíde Foppa, Viento de primavera. Antología poética (1945-1979), FCE, México, 2023, 232 pp.
@mauflos