Resultó sorpresivo, por el poco tiempo que tomó, el proceso para el nombramiento de gobernador sustituto en Puebla, pues en apenas dos días se logró la designación de un titular del Poder Ejecutivo, cuando en 2018, por una situación similar, el Congreso del estado demoró 24 días.
Esta rapidez puede explicarse por la intervención del gobierno federal para garantizar la gobernabilidad de la entidad.
La asunción de Sergio Salomón Céspedes Peregrina genera una expectativa de cambio y de que mejore la relación del gobierno del estado con algunos sectores a los que la administración de Luis Miguel Barbosa confrontó, en muchos casos, sin ninguna razón.
Una señal muy importante de estos cambios puede leerse en la salida de Ana Lucía Hill Mayoral de la Secretaría de Gobernación, una mujer vinculada al expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa, por la vía de Roberto Gil Zuarth, y quien resultaba un perfil incómodo y hasta incongruente para un gobierno emanado de la Cuarta Transformación Pública del País.
Es así que se espera que los dos años que le quedan a este sexenio, el Poder Ejecutivo sea conducido con madurez, con compromiso con los postulados de la 4T y con un talante democrático y tolerante.