El secretario de Gobernación (Segob), Javier Aquino Limón, informó este lunes que se puso fin a las protestas de productores cebaderos en la planta de Heineken en el municipio de Rafael Lara Grajales, la segunda más grande de la transnacional en el mundo, luego alcanzar un acuerdo de precio base para la compra de la tonelada de cereal.
Así lo dio a conocer este lunes durante la conferencia de prensa que encabeza el gobernador Salomón Céspedes Peregrina, donde destacó que el tener varada la producción impactó de manera directa en 33 municipios del estado, donde se producen 21 mil toneladas de cebada al año.
Aunque el funcionario estatal no reveló el precio base para la compra por tonelada del cereal, el presidente nacional del Sistema Producto Cebada, Ricardo Canales del Razo, informó a La Jornada de Oriente que fue de 7 mil 400 pesos.
Expuso que la planta de Heineken en Rafael Lara Grajales, considerada la más grande de México y la segunda más importante a nivel mundial, genera una derrama económica anual de 3 mil millones de pesos.
Por lo tanto, el funcionario estatal dijo “si no se hubiera alcanzado un acuerdo, la producción de 21 mil toneladas de cebada estaría en riesgo”.
Destacó que el acuerdo fue producto de diversas reuniones de trabajo entre Heineken y los productores de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Estado de México, en el que el gobierno estatal fungió como mediador y testigo.
Por otro lado, reconoció que en México “no se encuentra regulado el precio de la cebada” debido a que existe un duopolio conformado por Grupo Modelo y Heineken México.
Al respecto, Javier Aquino explicó que el conflicto se origina porque Grupo Modelo ofreció un precio mayor de salida, por el orden de los 8 mil 252 pesos la tonelada, que se negó a pagar la segunda empresa cervecera.
Por lo tanto, comentó que el no llegar a un acuerdo en el precio para la compra de la tonelada de cebada, que inicialmente era de 8 mil 680 pesos, el cereal sería ocupado como forraje para ganado, perdiendo hasta en un 50 por ciento el costo de la producción.
A pesar de los reclamos en contra de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), por su postura “entreguista” a favor de la trasnacional, el secretario de Gobernación dijo que es necesaria la intervención de la dependencia federal para garantizar que los productores de cebada tengan certeza en el mercado.
El conflicto se originó el pasado 3 de septiembre cuando productores de nueve estados, incluidos Hidalgo, Tlaxcala, el Estado de México y Puebla, encabezaron una serie de protestas para exigir que Heineken respetara el precio pactado, con la toma de las plantas de Lara Grajales y Palma Gorda.
En los últimos días, los agricultores denunciaron que la cervecera había reducido el precio a 7 mil 400 pesos por tonelada, es decir, mil 200 pesos menos de lo pactado.
Tras varias negociaciones, ambas partes lograron acordar un precio base y algunos beneficios adicionales para los cebaderos, poniendo fin a las tensiones, como es la no criminalización ni persecución judicial contra los campesinos, así como el compromiso de no rescindir contratos por venta de cebada, como medida de presión contra los manifestantes.