Un saldo de una menor de edad sin vida y por lo menos tres lesionados dejó un choque ocurrido la tarde del domingo en el municipio de Esperanza entre una unidad del transporte público y un vehículo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el cual fue quemado por los pobladores a manera de represalia.
El percance tuvo lugar la tarde de este domingo frente al centro comercial que se localiza en la entrada del municipio en cuestión, en donde los conductores de ambas unidades perdieron el control y se impactaron.
Elementos de seguridad pública y de Protección Civil acudieron a brindar auxilio a los lesionados, entre los que se encontraba una niña de seis años, y aunque fue trasladada a un Centro de Salud y Servicios (CESSA) ya no contaba con signos vitales.
La unidad del transporte público involucrada y en donde viajaba la menor de edad cubría la ruta de Atzitzintla a Esperanza.
El caso fue atendido también por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) a fin de que se realicen las investigaciones necesarias para deslindar responsabilidades.
Tras conocerse en esa zona del percance, pobladores se trasladaron durante la tarde-noche del domingo al lugar del accidente para exigir justicia por el deceso de la menor, pero al ver que no había respuesta por parte de ninguna autoridad exigieron que la Sedena se hiciera responsable del caso.
Los inconformes permanecieron por varias horas en el lugar del percance en espera de una respuesta, pero al ver que esta no llegaba tomaron la decisión de prender fuego a la unidad del Ejército involucrada.
Al lugar llegaron militares, quienes sin poder emprender alguna acción para evitar la quema de la unidad quedaron atónitos mientras veían como esta era consumida por las llamas, sin que las personas responsables fueran detenidas.
Apenas en agosto del año pasado pobladores del municipio de Acajete agredieron a elementos del Ejército después de que estos participaron en un operativo en el que se ubicó una bodega en la que presuntamente se almacenaba vehículos y mercancía robada.
Las agresiones fueron desde insultos hasta golpes con palos a los elementos de la milicia, cuando éstos evitaron que las personas ingresaran al inmueble.