Los vuelos baratos a destinos turísticos son un atractivo para poder concretar un viaje vacacional. Si bien hay periodos y destinos con mayor afluencia de viajeros y por tanto de irregularidades, los abusos de aerolíneas pueden estar presentes a lo largo de todo el año. Destaca el caso de Viva Aerobús. Hasta julio de este año, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la identificó como la aerolínea con más quejas en su contra, con un total de 585, de las cuales 375 fueron concluidas y 210 estaban en trámite. Dichas reclamaciones representan 33.2 por ciento de las mil 757 que acumuló junto con otras cinco aerolíneas.
Además de los inconvenientes laborales, familiares y personales que implica que un vuelo se cancele, como el caso que hoy se relata de un vuelo Cancún–Puebla, obtener una compensación económica por los gastos en que hay que incurrir en el pago de la compra de otro boleto que permita llegar al destino, o viajar a otro lugar para finalmente llegar al aeropuerto internacional de Huejotzingo no es complicado sino imposible, ya que la reglamentación parece estar hecha solo para beneficio de las aerolíneas.
Los motivos más frecuentes por los cuales la gente se inconforma con las compañías aéreas, son: cancelación de vuelos, negativa a devolución del precio pagado, rechazo a la entrega del producto y a la devolución de depósito; cambio de itinerario, vuelos demorados, sobreventa y pérdida de equipaje.
La denuncia y trámite que los usuarios deben realizar ante la Profeco como instancia mediadora se vuelve lento y muchas veces infructuoso debido a que las aerolíneas buscan ser eximidas de cualquier responsabilidad y por tanto del pago a los usuarios afectados cuando un vuelo se cancela aduciendo mal tiempo.
Por ello, las ofertas de vuelos muy baratos pueden salir caras, más en las temporadas vacacionales altas, cuando el flujo de viajeros se eleva considerablemente y la posibilidad de brindar un servicio de calidad para algunas aerolíneas se pone en entredicho.