Un total de 84 homicidios violentos se registraron en Puebla durante el mes de febrero, lo que implicó un promedio de un caso cada ocho horas, de acuerdo con datos del gobierno federal.
La cifra es una de las más altas registradas desde marzo de 2021, cuando se reportaron 86 homicidios, así como la reportada en noviembre, que llegó a 82.
Con los 84 homicidios de febrero y los 66 dados a conocer en enero, la entidad poblana suma 150 casos, según el conteo diario que realiza el gobierno federal y el cual se alimenta con reportes de las procuradurías o fiscalías estatales y los que dan a conocer medios de comunicación.
Los casos se concentraron en 46 municipios del estado. Destaca la capital con el mayor número de hechos, al alcanzar 45, seguida por Acatzingo, con 11, uno de los municipios del triángulo rojo.
Después figuran Chietla, con ocho homicidios; así como San Martín y Atlixco, con siete delitos, cada uno; seguidos por Tecamachalco, Tehuitzingo y Huejotzingo, con ocho reportes, cada uno.
Posteriormente se encuentran Tehuacán y San Andrés Cholula, con cuatro asesinatos. Los cuales son secundados por Huaquechula y Aquixtla, con tres.
Con dos homicidios cada uno, también se encuentran en los municipios con casos Acajete, Tepatlaxco de Hidalgo, Zoquitlán, Amozoc, Ahuazotepec, Palmar de Bravo, Tepeaca, Acajete y Zacatlán.
En otros 25 municipios hubo un solo caso, los cuales son: Tilapa, Chiautzingo, Venustiano Carranza, Chignautla, Ocotepec, Huauchinango, Tlatlauquitepec, Huauquechula, Atzitzihuacán, Yehualtepec, Molcaxac, Zaragoza, Tetela de Ocampo, Cuautinchan, Tlacotepec de Benito Juárez, Santa Isabel Cholula, Tochtepec, Santiago Miahuatlán, Francisco Z. Mena, Huitziltepec, San Matías Tlalancaleca, Zoquiapan, San Pedro Cholula, Ajalpan y San Salvador Huixcolotla.
En cuanto a las víctimas, la mayoría son hombres, pues de los 150 casos, 113 son hombres, 15 mujeres y en 22 casos no fue posible determinar la identidad de las mismas.
Los homicidios de los que da cuenta el gobierno federal, tienen que ver con actividades delictivas como el narcotráfico, el robo de combustible, los secuestros e incluso los ajustes de cuentas entre bandas delictivas rivales.