Carbonato de litio, quetiapina, risperidona, metilfenidato, clonazepam, sertralina, valproato de magnesio y metadona son algunos de los medicamentos psiquiátricos con escasez en Puebla, debido a que persiste el desabasto en hospitales de la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las dos principales dependencias que atienden al grueso de la población en el estado de Puebla.
La información fue denunciada por trabajadores del Centro Estatal de Salud Mental y del Seguro Social, que han respaldado con los recientes señalamientos hechos por los colectivos Nosotrxs, Cero Desabasto y Medicamentos para mentes libres Mx.
El desabasto de fármacos para los padecimientos de salud mental inició a finales de 2022, pero se incrementó y en lo que va de este año el número de reportes ha ido al alza.
Llama la atención que los principales afectados son personas con secuelas psicológicas por el Covid-19 y adictos que están en proceso de desintoxicación por consumo de heroína y otras drogas.
El informe de Cero Desabasto reveló que las entidades con más reportes de desabasto de estos medicamentos son: la Ciudad de México, con 335; el Estado de México, con 120; Jalisco, con 104; Nuevo León, con 51; Chihuahua, con 44, Sonora, con 35 y Puebla, con 34 reportes.
En el caso de Puebla, pasó de enero a abril de 2020 los reportes de desabasto fueron 32; en el mismo periodo pero de 2021 disminuyeron más de la mitad, en 15. Mientras que de enero a abril de 2022 la reducción fue mayor, con 12 denuncias; y en lo que va de 2023 se incrementaron a 34.
Desde que comenzó este año se ha hecho sentir la falta de medicamentos para tratamientos psiquiátricos que controlan enfermedades graves como depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y epilepsia.
Incluso, la Asociación Psiquiátrica Mexicana alertó sobre el desabasto de medicamentos controlados en varios estados, entre ellos la entidad poblana.
Para el psiquiatra Evelio Díaz, es de vital importancia que las personas con padecimientos psicológicos reciban en tiempo y forma sus medicamentos, de lo contrario si el tratamiento es interrumpido trae consecuencias a su salud y la de sus familiares.
“Un paciente no puede suspender de golpe su tratamiento, ni cambiar de un día para otro su medicina porque podría traer consecuencias graves a su salud”, explicó.
En entrevista, con La Jornada de Oriente, el especialista explicó que el desabasto nada tienen que ver con los supuestos retos virales que se difunden en redes sociales, pues afirmó que los medicamentos controlados siempre se han vendido con receta médica.
“Cofepris regula el proceso de fabricación de los medicamentos y los fármacos en desabasto ya fueron aprobados”, expuso.
Dijo que las personas que más se verían afectadas por la interrupción de su tratamiento son los esquizofrénicos con patología dual, el psicótico funcional y el depresivo.
La abstinencia por quetiapina provoca insomnio y ataques de pánico
Desde inicio de año, en Puebla no hay tabletas de quetiapina para tratar a personas adictas que tuvieron un diagnóstico de esquizofrenia, una enfermedad mental que ocasiona pensamientos alterados o inusual, pérdida de interés en la vida y emociones fuertes o inapropiadas.
Roberto es una de las personas que vio afectado su tratamiento a falta de este medicamento antipsicótico, quien comentó que ha recurrido a otros fármacos que no le han dado el mismo resultado y que pone en riesgo su salud.
Refirió que en su lugar consiguió leptopsique “para tener una vida normal”, tras la abstinencia por el desabasto.
Diferentes psiquiatras coinciden que privar de este medicamento a los pacientes los condena a un proceso de abstinencia que incluye diarreas, vómitos, insomnio y ataques de pánico.
Puebla, quinta entidad con mayor desabasto
Para 2023-2024, el colectivo Cero Desabasto informó que las compras consolidadas muestran retraso en sus procesos para medicamentos y material de curación, además estos procesos representan solo una parte respecto de las necesidades del sector, que llevará una vez más a que las instituciones públicas resuelvan de manera apresurada y con posibles costos elevados.
“Nos preocupa que en 2023 y 2024 se tengan condiciones muy parecidas a los cuatro años previos del actual gobierno, entremezcla de compras consolidadas parciales, con abundancia de adjudicaciones directas y problemas de distribución”, señaló.
De acuerdo con datos de la compra consolidada realizada por el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), la entidad poblana se ubica entre las 10 entidades a nivel nacional con el mayor desabasto de medicamentos.
Al cierre de 2022, el desabasto en Puebla es de 30 por ciento, es decir, si el gobierno estatal solicitó 31 millones de piezas de medicamentos, únicamente surtieron 21 millones, cifra que supera la media nacional.
El propio secretario de Salud, José Antonio Martínez García, confirmó el porcentaje de desabasto en Puebla, al precisar que en 2022 solo recibieron 30 por ciento de las medicinas solicitadas para todos los padecimientos.
A esto sumó que hay un déficit de 441 médicos especialistas en el estado.
En el país, existen 4.9 millones de personas que reciben tratamiento psiquiátrico, de los cuales casi la mitad lo ha suspendido parcialmente a falta de fármacos y por el aseguramiento de medicinas controladas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
La semana pasada, la Cofepris emitió un comunicado en el que informó que la empresa Psicofarma es la principal productora de psicofármacos en el país, la cual incurrió en una serie de irregularidades en su producción y situación administrativa, por lo que tuvo que ser inhabilitada.
De ahí, el argumento de la escasez de medicamentos para tratamientos psiquiátricos no solo en Puebla, sino a nivel nacional.
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