De acuerdo a la última Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) las necesidades más importantes de los adultos mayores (de 60 años y más) se centran en la seguridad económica. Y entre los principales problemas con los que viven, está la discriminación, ya que siete de cada 10 sufren marginación con base en su edad.
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En su encuesta de 2022, reportó que las principales causas que afligen a las personas de la tercera edad son: la carencia económica, la falta de oportunidades de empleo, la ausencia de una pensión, el maltrato y el abandono relacionadas con su edad.
Datos del estudio demoscópico elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportan que el 70 por ciento de las personas mayores de 60 años que se mantienen activos laboralmente se encuentran en la informalidad.
La discriminación por edad engloba actitudes, creencias y comportamientos negativos dirigidos a personas de la tercera edad considerándolos como frágiles, tecnológicamente incapaces y cognitivamente limitados. Estos estigmas perjudican en gran medida el valor cultural y social que los adultos mayores pueden aportar a la comunidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este tipo de discriminación se le llama “edadismo” y se refiere a la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o a nosotros mismos por razón de la edad.
Así como el racismo, el sexismo o la homofobia promueven la desigualdad, el edadismo perpetúa actos prejuiciosos y discriminatorios contra las personas mayores.
Por otro lado, indican las cifras que el 60 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años encuestados perciben la realidad de los adultos mayores de forma contraria, considera que los derechos de adultos mayores son respetados, mientras que un 87 por ciento declaró que el mercado laboral está abierto para ellos.
Fue hasta el 2019 que el actual gobierno federal decretó la pensión para adultos mayores como un derecho universal accesible para todos, atendiendo así dos de las preocupaciones, señaladas por el ENADIS, que tiene ese sector poblacional: carencia económica y falta de una pensión.
Con un presupuesto de 339.341 millones de pesos anuales y 11 millones de beneficiarios, la pensión universal aporta 4 mil 800 pesos bimestrales, y con un aumento previsto a 6 mil pesos al término del sexenio.
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La pensión del bienestar permite paliar uno de los principales problemas que afligen a las personas de la tercera edad, sin embargo, el abandono y la indiferencia aún son palpables.