Platos, cajetes, ollas, un incensario e incluso un monolito, todos de origen prehispánico provenientes de museos comunitarios de Tecamachalco, Chalchicomula de Sesma, Zacatlán, Tlatlauquitepec y Zacatlán, así como de la Ceramoteca Eduardo Noguera, fueron restaurados con el apoyo de la Oficina federal de cultura de Suiza, como parte de un proyecto presentado por la Secretaría de Cultura (SC) de Puebla y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Este miércoles 31 de enero, en un acto en el que se exhibieron algunas de las piezas que recuperaron su belleza material, fue entregado el lote de 50 piezas cerámicas arqueológicas además del “Chapulín”, el monolito del parque municipal de la cabecera de Tlatlauquitepec, que fueron intervenidos como parte del proyecto Conservación y restauración de los bienes arqueológicos en peligro de pérdida total o daño parcial de las colecciones de los museos comunitarios de Puebla, programa que recibió recursos de la Confederación Suiza y el gobierno de Puebla, a través de la SC.
Para Pietro Piffaretti, embajador de la Confederación Suiza en México, la entrega de estos bienes culturales constituía “una cosecha”, “un día de fiesta” para ambos países. “Es un honor el poder celebrar la conclusión de este gran proyecto de restauración de 50 objetos que han sido fruto de la colaboración del gobierno de Puebla y de la Oficina suiza federal de Cultura”, dijo.
Desde el Museo Regional de Puebla, dijo que Suiza tiene una profunda admiración por el patrimonio histórico, cultural e identitario de México y en particular de Puebla, pues es “una herencia con la cual México, con razón, va muy orgulloso”.
Acotó que desde hace varios años Suiza ha fortalecido su relación de amistad con México, la cual se profundiza a través del respaldo que su país da a proyectos de preservación del patrimonio cultural mueble. Recordó que en 2017 se firmó con el gobierno estatal la colaboración para la conservación del patrimonio y la restitución de bienes culturales, el cual permitió que Suiza a través de su Oficina federal de cultura designara a México como “país prioritario” en el programa global de apoyo financiero, el cual atiende al patrimonio vulnerable, amenazado de destrucción o tráfico ilegal.
“Esta colaboración trasciende el mero interés económico y político, pues une nuestras raíces en un respeto y aprecio particular que tiene Suiza para la historia milenaria y la cultura extraordinaria que tiene México”.
El embajador Pietro Piffaretti concluyó que involucrando a las comunidades locales es como se reconoce el valor actual del patrimonio que “no son piezas muertas sino parte viva del existir actual”.
En su caso, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina destacó el patrimonio arqueológico es un tesoro que conecta con más raíces, por lo que estas 50 piezas restauradas dejan ver el compromiso con la salvaguarda.
En su caso, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina destacó el patrimonio arqueológico es un tesoro que conecta con más raíces, por lo que estas 50 piezas restauradas dejan ver el compromiso con la salvaguarda. En su mensaje, acompañado por el titular de la SC, Enrique Glockner Corte, reconoció la colaboración de Suiza pues “más allá de un costo económico que pudiera tener habla de la convicción de un pueblo, como es el suizo, en donde busca generar comunidad”. Completó que el cuidado del patrimonio tiene que ver con la herencia que se dejará a las generaciones que vendrán.
De igual forma, Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla dijo que el programa que la embajada de Suiza atendió al patrimonio ubicado en museos comunitarios de los municipios ya mencionados, en donde se resguarda ese “tesoro que es mejor tenerlo en esos lugares que tenerlos centralizados”, algo que empata con una nueva visión.
Destacó que en la restitución de las piezas trabajó un equipo encabezado por la restauradora Begoña Muerza y la arqueóloga Rosalba Delgadillo, ambas del Centro INAH Puebla, que llevaron a cabo procesos como limpiezas superficiales y limpieza físico-química, así como de eliminación de intervenciones anteriores, de restitución de elementos, aplicación de resanes, de reintegración volumétrica y cromática.
En el proyecto Conservación y restauración de los bienes arqueológicos en peligro de pérdida total o daño parcial de las colecciones de los museos comunitarios del estado de Puebla, se seleccionaron las 50 piezas a restaurar entre cerámica y lítica bajo el criterio de que eran bienes culturales que necesitaban una intervención urgente.
El lote de piezas arqueológicas en su mayoría formó parte de la colección del suizo Hans Mollet, que a su muerte, su hijo Daniel Mollet las restituyó entregándolas al Centro INAH Puebla para su custodia permanente, así como algunas otras piezas recuperadas en proyectos de investigaciones arqueológicas en el estado.
Se incluyen objetos cerámicos principalmente de arcillas color café a naranja, producidos bajo la técnica de manufactura por modelado. Son platos de filiación maya con decoraciones zoomorfas y antropomorfas sobre todo al interior y en bordes, con trazos donde resaltan colores naranjas, rojos, blancos y negros.
De los cajetes trípodes también intervenidos, se tiene conocimiento que provienen de Tepexi el Viejo con decoraciones basadas en paneles de líneas tanto al interior de la pieza como al exterior del borde con colores como el negro, rojo, naranja y blanco, así como una vasija de dimensiones profundas con decoración rojo sobre crema, a través de líneas horizontales que cubren toda la pieza al exterior.
En su caso, los cinco cajetes semiesféricos policromados de origen maya, de pasta naranja con una banda decorativa cerca de su borde exterior, así como un incensario con decoración por incisión en casi todo el cuerpo y una olla de filiación teotihuacana.
La colección del Centro INAH Puebla presenta una riqueza muy singular, tanto en su decoración como en sus formas que, basado en estos elementos, se interpreta la utilización de las piezas en contextos específicos de uso ritual.
La primera colección arqueológica que se intervino fue la de la ceramoteca del Centro INAH Puebla correspondía a 17 objetos. Adicionalmente, se sumó una pieza extra del proyecto Rescate arqueológico para la restauración del atrio de la iglesia de la virgen del Rosario, en Teteles de Ávila Castillo, Puebla.