En 2022 disminuyó la llegada de migrantes a Puebla, con relación a 2018 y 2019, debido a que la ruta se volvió peligrosa e insegura, al grado de que sino pagan a extorsionadores son aventados por estos de La Bestia en movimiento, revelaron por separado los presbíteros Manuel Romero, coordinador de los albergues de la Pastoral de Movilidad Humana en Puebla y Alberto Vivar León, sacerdote de la parroquia de La Asunción.
En entrevista con La Jornada de Oriente, revelaron que en lo que va de 2022, un total de 430 migrantes de diferentes nacionalidades, principalmente hondureños y venezolandos, han pasado por tres albergues de la pastoral.
Destacaron que el número es menor con relación a 2018, 2019 e incluso a 2021 debido, principalmente, a que la ruta de Puebla y Veracruz se ha convertido en una de las más peligrosas.
Alberto Vivar subrayó que La Bestia es cada vez más insegura, ya que el crimen organizado se sube a extorsionar a las personas y a los que no pueden cubrir las cuotas son aventados del tren en movimiento.
Ante el grave riesgo que corren sus vidas optan por pagar a polleros para que los lleven hasta la frontera con Estados Unidos o los crucen, lo que implica un aumento significativo del tráfico de personas.
Sostuvo que los que pasan por el estado de Puebla llegan pidiendo raid o viajando en autobús en trayectos cortos.
Por su parte, el sacerdote Manuel Romero afirmó que con la pandemia de Covid-19 se frenó el flujo de migrantes hacia el estado.
Manifestó que la reducción de las caravanas que pasan por Puebla también se origina en el hecho de que se endurecieron las políticas de represión y bloqueo por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), lo que provoca que los migrantes bordeen y se vayan por otros rumbos.
El sacerdote informó que en la actualidad operan tres albergues temporales que atienden a migrantes por “goteo” -es decir que tienen una estancia no mayor a tres días-, los cuales son San Juan de Los Lagos, ubicado en la colonia San Rafael Poniente; Nuestra Señora de los Desamparado, muy cerca de la Central de Autobuses Capu, y La Asunción en la colonia Aquiles Serdán.
“Estos albergues reciben continuamente transmigrantes o migrantes de paso, procedentes de países como Ecuador, El Salvador, Honduras, y una cantidad importante de Venezuela. En promedio acogemos a entre siete a 10 personas por semana”, subrayó.
Sostuvo que la estancia promedio de las personas que han estado en los albergues es de uno o dos días para después continuar su camino.
Por separado, Vivar León, encargado de la parroquia y alberge de La Asunción, informó que tan solo a este lugar han llegado en lo que va de 2022 un total de 122 migrantes, de los cuales 47 son de Honduras, 22 de Venezuela, 17 de Nicaragua, 10 de diferentes estados del sureste de México, ocho de El Salvador, igual número de Nicaragua, uno de España, uno de Filipinas y el resto no se tuvieron datos de su procedencia.
El sacerdote sostuvo la importancia de que el gobierno federal, a través del INM instale un albergue permanente en la entidad, el cual pueda atender a los migrantes que solicitan asilo, ya que es un procedimiento que tarda meses en resolverse.
Al respecto, afirmó que la pastoral no cuenta con los recursos para poder mantener un albergue de ese tipo, si no únicamente los tres que funcionan con características de temporales.
En estos hay literas, se ofrece tres comidas al día a las personas, agua caliente, jabón, toallas sanitarias, papel de baño, pasta de dientes y ropa.
El sacerdote confirmó que el albergue del Polideportivo Xonaca no ha recibido migrantes en todo 2022, debido a que el INM solo lo ocupa de emergencia.
