Por lo menos desde 2020, la Policía de Tulcingo del Valle registró hechos relacionados con el crimen organizado, tales como la ejecución de una agente de nombre Teodora N.
Este lunes, Maurilio Herrera Quiroz, quien era comandante de la Policía de ese municipio confesó haber torturado y después ejecutado a cuatro personas, posteriormente, su cuerpo fue encontrado desmembrado en venganza por el asesinato del que fue responsable.
Fue el pasado 31 de enero de 2020, cuando sujetos armados emboscaron a Teodora, quien entonces tenía 22 años de edad, y a su hermano Jerónimo, de 25, ambos integrantes de la Policía Municipal, mientras viajaban en una motocicleta, en la junta auxiliar Tlaltepexi.
Los dos hermanos se encontraban de descanso pero decidieron salir de su vivienda hacia la cabecera municipal cuando fueron interceptados por hombres armados que les dispararon de forma directa, a la altura del paraje conocido como “Las Tinajas”.
En el lugar del ataque quedó sin vida la policía municipal mientras que su hermano resultó ileso, por lo que escapó del lugar para pedir ayuda pero cuando regresó acompañado de paramédicos, encontró el cuerpo de su hermana con huellas de tortura pues fue quemada una vez que ya había sido baleada.
Paramédicos que llegaron al lugar ya nada pudieron hacer pues Teodora ya no contaba con signos vitales, por lo que dieron parte a personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) para que realizaran las labores de levantamiento del cuerpo y abrieran la carpeta de investigación correspondiente.
En el caso de Maurilio Herrera, la madrugada del lunes fue difundido el video en cuestión en el que se le observa hincado y posiblemente con las manos atadas y confiesa haber torturado y ejecutado a cuatro habitantes de Tulcingo debido a que sostuvieron una riña con una agente del mismo lugar llamada “Jaqui”.
Las cuatro personas fueron identificadas como Gonzalo N., Clara., Pedro N. y Fabiola N., cuyos cadáveres con huellas de tortura fueron encontrado el pasado 15 de noviembre en la carretera en Huamuxtitlán en el estado de Guerrero, en un sitio conocido como “El Terreno”.
Tras la ejecución de las cuatro personas y de manera previa a la difusión del video, el presidente municipal José Edgar García Ramírez, anunció la renuncia de todos los integrantes de la corporación a fin de facilitar la investigación del caso.