El machismo que impera en la mayoría de las 11 fuerzas políticas pretende poner un alto o reducir a su mínima expresión, la pretensión de garantizar la paridad sustantiva en la elección de municipios, en especial, en aquellas 26 Comunas que nunca han sido gobernadas por una mujer.
Las cúpulas partidistas, incluso, de los presididos por mujeres, se niegan a que en un número mayor de municipios sean electas solo mujeres como sus alcaldesas. Y al árbitro electoral, llamado ITE, prefiere la sumisión.
Aunque la idea inicial era que en los 26 de los 60 municipios de la entidad, que siempre han sido gobernados por varones, fueran obligados los partidos, todos, a postular mujeres como sus candidatas, al final, la cifra ha disminuido casi a su mínima expresión.
El machismo partidista, que sumado a su poca o nula labor para crear e impulsar liderazgos femeninos, les ha llevado a acordar que en no más de 13 municipios, podrían postular solo mujeres como candidatas, y si es posible, que sea en Comunas consideradas de poca rentabilidad electoral, mejor.
Xicohtzinco parece que es el único municipio en donde existen los consensos entre los partidos para que todos postulen mujeres; pero las manzanas de las discordias son Huamantla, Ixtacuixtla, Papalotla y San Pablo del Monte, la mayoría se opone a obligarlos a ir solo con mujeres, por su rentabilidad electoral.
Sin embargo, si el ITE deja la sumisión y asume su verdadero rol, Huamantla, San Pablo del Monte y Papalotla tendría que ser asignados para mujeres, por criterios como población del sector femenino, número de regidores y hasta por la fecha de su fundación de cada una de esas demarcaciones, entre otros criterios.
Las posiciones de los partidos y su machismo al respecto trata de ser escondido ante el electorado; nadie quiere hablar al respecto; sin embargo, esta semana será de definiciones, porque antes del inicio del proceso electoral, ésta y otras acciones afirmativas deben quedar muy claras, aunque con ello, muchas aspiraciones de varones se queden en el anecdotario.
Vamos a ver si el ITE decide asumir su función, dejar la sumisión y concretar un acuerdo que no solo beneficie a las pretensiones de Morena y así vencer el machismo partidista que todavía impera en Tlaxcala.