De a muertito, así ha deambulado el Partido del Trabajo (PT) en Tlaxcala en los últimos cinco años, a expensas de lo que le reditúe la función de rémora o dama de compañía que le ofrece su principal benefactor o víctima, como es Morena; sin embargo, la suerte se le puede acabar.
La cúpula local de Morena, encabezada por la primera morenista de Tlaxcala, está decidida a dejar de cargar con la nomenclatura del PT, en especial, con los Garay, que a punto de cumplir 12 años de su arribo a la entidad, solo se ha ocupado por fortalecer las ganancias familiares.
La determinación de Morena de ir solos al Senado de la República, en gran parte, fue a insistencia de la dirigencia estatal, que por mandato superior, trató de cerrar cualquier vínculo con las huestes del PT.
Incluso, todavía buscan modificar el acuerdo nacional para que en la elección de diputados federales vayan sin los del PT; no están dispuestos a dejarle al llamado partido de la estrella la candidatura del distrito 01, con cabecera en Apizaco.
El rechazo de Morena a concretar cualquier vínculo con el PT se replica y potencializa en el ámbito local; el partido en el gobierno ha iniciado pláticas para concretar candidaturas comunes a ayuntamientos y diputaciones locales con el PVEM, con Nueva Alianza, con Fuerza por México y hasta con Redes Progresistas, pero con la familia Garay no quieren ir ni a la esquina. Los petistas de Garay parece que le apestan a los morenistas.
La animadversión no es nueva ni gratuita. Al comisionado nacional del PT, Silvano Garay y a su parentela, no le perdonan que en la definición de la candidatura a la gubernatura, en el año 2021, hayan priorizado a la priista Anabell Ávalos como su apuesta. Eso y su proclividad a la coacción como negociación y la imposición de los descendientes en diversas posiciones de poder y candidaturas, los han dejado fuera del gabinete estatal.
Pero los Garay no quieren perder, por ello siguen haciendo su esfuerzo y le apuestan a las negociaciones nacionales, sobre todo, porque el ex diputado federal y local, Silvano, está en la primera línea de negociación de la alianza federal de su partido con Morena y PVEM; una nueva imposición central les permitiría vivir otros años más del usufructo de un cacicazgo petista que se niega morir en Tlaxcala
Esta realidad la sabe y entiende mucha de la militancia del PT, que ante el sombrío panorama para la mayoría, ya empezó a emigrar y a hacer vida partidista bajo otros colores y nomenclaturas.