Restos humanos, entre estos una pierna, fueron hallados este jueves por la tarde en el Instituto de Capacitación para el Trabajo (Icatep) de San José Mayorazgo.
Al lugar arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar el levantamiento de cadáver, apoyados de perros especializados.
El hallazgo lo hizo un conserje del plantel, quien se percató que un perro llevaba una bolsa con una pierna por lo que hizo el aviso correspondiente.
Durante horas los peritos marcaron indicios y aunque por momentos se especuló de la existencia de más restos, la versión hasta el momento no ha sido confirmada.
Los vecinos de la zona se mostraron sorprendidos por la presencia de las fuerzas especiales que acordonaron un basto terreno adjunto al plantel en cuyo interior se observaron dos vehículos averiados.
La sorpresa de los vecinos se debió al hallazgo de los restos humanos dentro de una institución educativa y más aún, tan cerca del Centro de Justicia Penal, fuertemente custodiado por diferentes corporaciones e incluso por militares.
Con gran hermetismo, un grupo de agentes ministeriales únicamente permitieron el acceso al plantel de personal oficial.
Posteriormente, el grupo de peritos salieron con cápsulas especiales en las que se presume que se llevaron los restos.
De confirmarse las versiones se trataría del primer caso de hallazgo de restos humanos dentro de una institución educativa.
Hasta el momento se desconoce la identidad de la persona hallada, así como el género y las causas que originaron su deceso.
El pasado 31 de diciembre, La Jornada de Oriente publicó que un total de 290 cadáveres han ido a la fosa en Puebla en los últimos 11 años, informó el Servicio Médico Forense (Semefo) al contestar una solicitud de información.
Según la información proporcionada por el organismo que tras la aprobación del Congreso local dejó de formar parte del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para sumarse a la Fiscalía General del Estado (FGE), 252 de esos cadáveres corresponden a personas del género masculino y 32 al femenino, mientras que en seis casos no se pudo identificar el sexo, al tratarse de únicamente de restos humanos u osamentas.
De la información consultada resalta que en esos 11 años solo se ha practicado una exhumación, luego de que los familiares de una persona desaparecida la hallaron en la fosa común y reclamaron sus restos.