Una fuerte lluvia provocó el colapso parcial de una pirámide prehispánica en la zona arqueológica de Ihuatzio, en Michoacán. Las lluvias registradas el 29 de julio, generaron que la estructura de más de mil años de edad sucumbiera tras la filtración del agua en algunas grietas, provocadas por las altas temperaturas registradas recientemente.
El derrumbe afectó la parte central de la fachada sur de la pirámide, lo que ha dañado al menos seis cuerpos escalonados, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El derrumbe de la pirámide
Según datos de la Comisión Nacional del Agua, durante el primer semestre se reportaron altos niveles de temperatura aunado a la sequía registrada en el estado de Michoacán. Lo que provocó grietas en la superficie de la pirámide.
Desde la madrugada del 30 de Julio, personal especializado se desplazó al sitio para realizar un diagnóstico. A casi dos semanas, aún continúan las labores del INAH para cuantificar el daño. La dependencia ha informado que cuentan con una póliza seguro de Agroasemex, el cual otorga cobertura a zonas arqueológicas bajo su custodia.
A pesar de los daños, el INAH aseguró que espera lograr la restauración completa del vestigio arqueológico bajo una planeación cuidadosa, luego de que trabajos de mantenimiento en la zona en años pasados tuvieron efecto negativos sobre la condición de las ruinas prehispánicas.
El epicentro del Imperio Purépecha
La Zona Arqueológica de Ihuatzio, se ubica a unos kilómetros al sur de Tzintzuntzan, ciudad aledaña al lago de Pátzcuaro, en Michoacán. Allí se erigió el antiguo imperio Purépecha, una de las pocas civilizaciones que lograron resistir con éxito invasiones por parte de los mexicas y posteriormente de los colonizadores españoles.
La historia de los comienzos del Ihuatzio revela una ocupación inicial por grupos de habla náhuatl con influencias toltecas, posteriormente, arribaron los purépechas, quienes comenzaron a establecerse en la región hasta dominarla, lo que conllevo al desplazamiento de las comunidades náhuatl, consolidando así la posición del Imperio Purépecha en el área.
Las pirámides de Ihuatzio, construidas alrededor del siglo XIV fueron centros ceremoniales usados para rituales religiosos, los cuales incluían sacrificios humanos dedicados a deidades como Curicaeueri, conocido como el “Gran Fuego”.
Las recientes exploraciones arqueológicas en el lugar han revelado la existencia de al menos 84 estructuras en su área central, abarcando aproximadamente 150 hectáreas. En la actualidad solo 7 estructuras han sido abiertas al público.