Simpatizantes de Uruviel y Giovanni González Vieyra cercaron por más de nueve horas el Congreso del estado para exigir a la diputada Fedrha Suriano Corrales la liberación de los dos hermanos, alcaldes de los municipios de Ciudad Serdán y Tlachihuca.
Las personas, quienes dijeron ser habitantes de esas demarcaciones no permitieron el acceso ni la salida de diputados, trabajadores del Poder Legislativo, estudiantes que acuden a hacer su servicio social ni de visitantes.
Aunque la protesta inició alrededor de la 1 de la tarde de este miércoles, fue hasta después de las 8 de la noche que el subsecretario de Gobernación, Francisco Ramos Montaño, llegó al lugar del conflicto para dialogar con los manifestantes.
Hasta el cierre de esta edición, los inconformes aún mantenían bloqueados los dos accesos del Congreso, localizado sobre la Calzada Ignacio Zaragoza, para impedir que Suriano Corrales saliera del recinto pues aseguran que la diputada “está detrás” de las detenciones de los hermanos González Vieyra.
Fueron aproximadamente unas cien personas las que arribaron al inmueble, con pancartas en mano para exigir la liberación de los dos munícipes, pues el pasado viernes fueron detenidos en una de sus propiedades localizadas en Tlachichuca, acusados de delios de alto impacto.
En el interior del recinto se desarrollaba una sesión ordinaria, por lo que todos los diputados que integran la actual legislatura se encontraban en el interior, incluida Fedrha Suriano, quien, en declaraciones ante los medios de comunicación señaló que no estaba en sus manos resolver la situación jurídica de los presidentes municipales.
La legisladora pidió, mediante su personal, que los inconformes conformaran una comisión de cinco personas para que establecieran una mesa de diálogo, pero esto no ocurrió de manera inmediata sino hasta tres horas después, aproximadamente.
La inconformidad de los manifestantes aumentó al ver que sus demandas no eran atendidas, por lo que alrededor de las 3 de la tarde decidieron cerrar los dos accesos del recinto e incluso colocaron candados en los mismos.
Fue aproximadamente hasta las 4 de la tarde cuando personal del Poder Legislativo convenció a los pobladores a que integraran una mesa de diálogo, a cambio, ellos permitieron la salida de alrededor de 80 personas, entre empleados, visitantes y reporteros.
La tensión en el lugar creció cuando llegaron policías conocidos como “antimotines”, los cuales se apostaron en los accesos.
El conflicto continuó aún después de que alrededor de las 8 de la noche arribó personal de la Secretaría de Gobernación, el cual no logró acuerdos pues los manifestantes exigían la presencia de Suriano Corrales a quién acusaron de “vender” a los hermanos González Vieyra a cambio de imponer a la planilla que compite por la alcaldía de Chignahuapan.