De 2022 a la fecha, los albergues para niñas, niños y adolescentes migrantes del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif), han recibido a más de tres mil personas acompañadas y no acompañadas, informó Flor de María Hernández Hinojosa, directora de este organismo.
Puntualizó que la atención a esta población en tránsito se realiza en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM), particularmente cuando este efectúa “rescates asistidos” o tiene a personas que requieran de la intervención del Sedif.
En entrevista colectiva expuso que los albergues son de puertas abiertas y si ellos deciden dejarlos, sobre todo quienes viajan acompañados de familiares adultos, tienen la flexibilidad de hacerlo, pero solamente el INM puede determinar la prohibición de la salida.
Dijo que la temporalidad de la estancia de las personas en estos espacios es en función de su situación legal y de sus requerimientos, pues hay trámites que llevan hasta seis meses; incluso, pueden quedarse en otro lugar, si es que lo tienen.
Resaltó que el tránsito de personas migrantes en la entidad ha disminuido, de acuerdo a los reportes del INM, aunque no precisó cifras. Agregó que legalmente los estados están obligados a contar con este tipo de centros de atención.
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La directora recordó que los albergues migrantes operan desde 2022, para niños, niñas y adolescentes acompañados y otro para quienes viajan solos. Ambos tienen un funcionamiento similar, con un equipo multidisciplinario de profesionales en diversas área, como la jurídica, médica, psicología y trabajo social.
Se verifica la situación de cada menor de edad y, en el caso de los que están acompañados se trabaja con infantes y sus padres, ya sea para asistirlos a su retorno al país de origen o para su refugio en México, citó.
En cuanto a niños no acompañados se contacta los consulados para realizar el trámite de retorno asistido, una vez que se han identificado las redes familiares en sus países, de acuerdo a la situación de seguridad por la cual tuvieron que salir de su nación.
Cada uno de los albergues tiene una capacidad para 80 personas -precisó-, en promedio, y hasta para 21 familias; donde es más común recibir a beneficiarios es en el de acompañados, y en el otro hay más adolescentes que infantes.
Abundó que estos espacios operan con recurso federal, con el cual se cubre el gasto general, incluido el pago de personal. El monto varía de acuerdo a las necesidades, pero la inversión inicial fue de 160 millones de pesos para la construcción, operación y habilitación. En este año el presupuesto es de alrededor de 30 millones de pesos.
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