Un tiradero clandestino de basura, ubicado en San Juan Tlautla, junta auxiliar de San Pedro Cholula, arde desde esta mañana, pero la presidencia municipal de San Pedro Cholula ha informado que la conflagración está bajo control y no existe riesgo para las viviendas cercanas ni para la integridad de los vecinos.
En la zona del siniestro había personal del cuerpo de Bomberos y Protección Civil. Al cierre de la presente edición las llamas seguían, pero la extensión de la conflagración era menor.
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De acuerdo con la autoridad municipal, de manera inmediata se activó el dispositivo de Protección Civil en coordinación con municipios vecinos, el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de San Pedro Cholula (SOSAPACH) y pipas privadas de agua contratadas para reforzar las labores.
El gobierno municipal solicitó a la población no acercarse al lugar del siniestro, con el fin de evitar incidentes y permitir que los cuerpos de emergencia trabajen sin contratiempos.
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El caso de San Juan Tlautla no es aislado. De acuerdo con reportes ciudadanos y ambientales, al menos 14 municipios de la región Iztaccíhuatl-Popocatépetl estarían depositando sus desechos en barrancas y en basureros clandestinos sin ningún tipo de control sanitario ni supervisión oficial. Estos sitios han generado filtración de lixiviados hacia corrientes de agua, olores fétidos y afectaciones al suelo agrícola.
Comunidades nahuas y organizaciones sociales han denunciado que, bajo el argumento de crear centros de transformación de desechos, algunos ayuntamientos pretenden reabrir antiguos basureros, lo que en la práctica funcionaría como tiraderos irregulares. Vecinos han instalado plantones frente a instancias federales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), exigiendo el cierre definitivo de estos espacios y la reparación de los daños ocasionados en ríos y manantiales de la zona, como el Metlapanapa.
Los pobladores responsabilizan a las autoridades municipales y estatales por la falta de vigilancia y permisos adecuados, al señalar que los tiraderos ilegales representan un foco de contaminación y un riesgo para la salud pública.
