Desde el pasado y el presente, desde su nacimiento, pasando por su evolución y mirando hacia el futuro, un conjunto de especialistas colaboraron en la creación del libro Memoria del cine en Puebla: de los años 20 a los 40, que da luces sobre este periodo histórico de la cinematografía y la industria en esta ciudad.
Editado entre el Archivo General Municipal de Puebla y la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), la publicación fue coordinada por María Teresa Cordero Arce, directora del Archivo General Municipal (AGM) de Puebla y cuenta con fotografías de la filmoteca de la UNAM y del Archivo Histórico Universitario de la UAP.
En el prólogo del material disponible para su consulta en el sitio electrónico https://contexto.udlap.mx/e-books/, la coordinadora María Teresa Cordero señala que la publicación no se limita al pasado, sino que “explora la continuidad y evolución del cine en Puebla”. Asimismo, “implica reiniciar el relato desde los años 20, pero esta vez del siglo XXI”.
Acota que el AGM, “ha proporcionado una ventana única hacia este periodo histórico: las carteleras de cine que hemos conservado durante décadas nos transportan a una época en la que los títulos cinematográficos eran anunciados con una elegancia que perdura en la memoria colectiva”.
Adelanta además que en el libro, “no sólo recordaremos las películas de la época, sino también los lugares donde se proyectaban, los míticos cines de la ciudad de Puebla (…)”.
Anota el cine Variedades, ubicado en la 2 Poniente, entre la 3 y la 5 Norte; el Coliseo, en la mima ubicación; el Edén Parisiense, en la 3 Poniente –aunque su localización exacta aún no se conoce-; el cine Constantino en la 6 Poniente 513; el Continental en la 4 Poniente 212; el cine Reforma, en la avenida Reforma esquina con 5 Norte.
Asimismo, apunta el cine Guerrero, ubicado en la avenida Juan de Palafox y Mendoza, entre 16 de septiembre y 2 Norte (hoy Teatro de la Ciudad); el cine Colonia en la 2 Poniente 1108; el cine Pardavé, en la 16 Oriente 10; el Pathé y Olympia, en la avenida Juan de Palafox y Mendoza 219, en el edificio Arronte; y el cine Lux en la 2 Norte, entre 2 Oriente y la avenida Juan de Palafox y Mendoza (hoy el Museo Universitario Casa de los Muñecos).
“Estos cines –apunta Cordero Arce- más que simples lugares de proyección, fueron el escenario de la magia que atrapó a generaciones del poblanos. A través de este libro, rendimos homenaje a estos espacios y a las historias que se tejieron en torno a ellos”.
De paso, menciona a los “nuevos talentos del cine” que participan en la publicación, pues comparten sus obras y propuestas en términos de color, luz, fotografía, composición, maquillaje, escenografía y otros aspectos, lo que “demuestra que el cine sigue siendo un medio vibrante y en constante cambio”.
Apunta además que el libro es “un esfuerzo colaborativo” que significa un viaje en el tiempo: hacia “una época en la que el cine comenzaba a consolidarse como una forma de pasatiempo y expresión artística en Puebla”.
En ese sentido, María Fernanda Herrera, directora de Cine y producción audiovisual de la UPAEP, refiere que Memorias del cine en Puebla: de los años 20 a los 40 “realiza la labor de reunir a personales vitales para ahondar en el quehacer cinematográfico poblano a partir de la recopilación y difusión del acervo con el que cuenta el AGM de Puebla, la Filmoteca UNAM y fotografías del Archivo Histórico de la UAP, en colaboración con especialistas como Enrique Delfín, Rafael Aviña y Silvestre López Portillo.
Asimismo, indica que se reúnen nuevas plumas: Alexa Mauleón, Zandra Cajica, Aura Xilonen, Sergio Galdámez, Estefanía Casas, Luis Alberto Mauleón, Diego R. Mauleón, Luis Maldonado y Ximena Salazar.
Con ello, se “demuestra la constante lucha que es llevada a cabo a través del grueso de egresados de una variedad de escuelas de cine locales, por medio de un trabajo arduo y el talento con un fin en común: la descentralización del cine.
Lo anterior, asegura la académica universitaria en la introducción del libro Memoria del cine en Puebla: de los años 20 a los 40, porque “Puebla siempre ha sido, es y será hogar de cineastas y cinéfilos”.
El primer capítulo titulado Los inicios del cine mexicano en Puebla: películas emblemáticas, escrito por Rafael Aviña y Silvestre López, es un viaje al pasado, ya que aborda las películas más representativas del siglo XX.
La segunda parte, en cambio, da cuenta de las carteleras cinematográficas que se publicaban en esa época. Este capítulo, titulado ¡Ahí está el detalle! de Enrique Delfín Espinosa, hace alusión a todos los detalles que se utilizaban en referencia a esto.
El último capítulo aborda el testimonio de jóvenes poblanos que trabajan en diversos ámbitos de la industria cinematográfica como la dirección, el doblaje, el maquillaje, entre otros renglones.