Lesiones neurodegenerativas que se pintan de colores y que llevan a entender y procesar una enfermedad que afecta a por lo menos 700 mil personas en México: el Alzheimer. “Hay un arte que debemos descubrir, hay un arte que debemos atender y un arte que debemos reducir en su proceso degenerativo”, señala José Luna Muñoz, director y fundador del Biobanco Nacional de Demencias al inaugurar la exposición Memorias en la niebla.
Montada desde este fin de semana en el Museo UPAEP, la muestra reúne una serie de imágenes, ejemplares e informaciones que giran en torno a este padecimiento mental descubierto en 1906 por Alois Alzheimer, un neurólogo alemán que presentó el primer caso de la enfermedad en Auguste Deter.
“Esta exposición pretende hacer reflexionar a la población a través del arte, el mismo que activa el sistema nervioso del cerebro que no deja de generar la incógnita sobre la enfermedad y cómo lo afecta”, señala el también catedrático de la Universidad Politécnica de Pachuca.
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Durante una entrevista, indica que en trabajo conjunto con el Museo UPAEP, se busca acercar al espectador a la enfermedad, para que entienda lo que implica su patología que presenta lesiones en el cerebro y que se puede visualizar como “una roja multicolor de proteínas”, tal y como se ve en una serie de imágenes montadas en la exposición.
A la par de esas imágenes que pueden ser tomadas como artísticas por sus características formales, en la exposición Memorias en la niebla aparecen una línea del tiempo sobre la evolución del estudio de la enfermedad, datos sobre la forma en que dicho padecimiento afecta a quien lo padece ya sus familiares, y casos como el del artista William Utermohlen, quien fue diagnosticado con la enfermedad a los 62 años, en 1995, llevándolo a plasmar el proceso degenerativo hasta el año 2000, cuando ya no pudo pintar más.
Luna Muñoz resalta que también se busca una concientización de donación de cerebros de personas que en vida cruzaron esta enfermedad, para que el Biobanco pueda seguir con sus investigaciones. “Si no los tenemos, será muy difícil encontrar respuestas a procesos moleculares específicos que son propios del ser humano”, apunta.
Continúa que gracias a estas investigaciones se desarrollan métodos de diagnósticos no invasivos o moderadamente invasivos, como lo es el estudio de marcadores en sangre, que permiten conocer más a la enfermedad que se genera de dos formas: genética y esporádica.
El investigador agrega que el estilo de vida juega un papel importante, pues si existe alcoholismo, drogadicción, tabaquismo, hipertensión, alto consumo de azúcares y grasas, sumada a la poca actividad cerebral e interacción social, éstos se convierten en factores de riesgo que pueden desarrollar procesos degenerativos como el Alzheimer. En ese sentido, agregue que si bien no se puede evitar, sí se puede reducir hasta en un 40 por ciento la probabilidad si se tienen buenos hábitos de salud.
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En México, explica, la población que padece demencia representa un millón 200 mil personas, de las cuales alrededor de un 60 por ciento corresponde a Alzheimer, es decir, más de 700 mil personas. Dicha enfermedad se presenta entre el 10 y el 14 por ciento de los adultos mayores de 65 años de edad, siendo que un cinco por ciento de estos casos se asocian a factores genéticos presentándose alrededor de los 40 a 45 años de edad.
“A nivel mundial existe una estimación de 53 millones de personas con demencia. Se sugiere además que cada tres segundos en el mundo se diagnostica un nuevo caso de Alzheimer, por lo que para el 2050 se estima que habrá 152 millones de personas con esta enfermedad”, detalla José Luna Muñoz.
Por tanto, concluyó, es necesario concientizar e informar sobre la enfermedad, algo que ocurre en la exposición que llama a tener un buen estilo de vida, a ejercitar el cuerpo y el cerebro, y sobre todo a ayudar para que continúen las investigaciones, pues éstas beneficiarán a los pacientes y los familiares.
En su caso, Evelin Flores Rueda, directora del Centro cultural UPAEP que incluye al museo ubicado en la esquina de la 11 Poniente y la 19 Sur, en el barrio de Santiago, destacó que Memorias en la niebla toca “fibras muy profundas”, pues a la par de dar datos clínicos, “nos confronta con lo más esencial del ser humano: la memoria, la identidad, el tiempo y el amor”.
En la inauguración, acotó que México es un país que envejece en su población rápidamente, por lo que los retos principales son sociales y de salud pública. De paso, distinguió que si bien el número de personas que padecen Alzheimer crece, éstas son más que un número, pues son “una historia y una red de vínculos que se ve sacudida por el olvido progresivo”.
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