Las palabras son pequeñas unidades dotadas de significado. Con ellas no sólo se puede conversar con los demás, sino que también se pueden hacer peticiones, contar chistes, insultar, declarar amor, etc. Pero, si se retrocediera en el tiempo, seguramente el significado, el sonido y el uso de una palabra actual no serían los mismos, como es el caso de la palabra duda.
La gramática histórica, también llamada lingüística histórica, se encarga de estudiar la evolución de las lenguas. Para el caso del castellano, la lengua que más se habla en México, se encarga de registrar cómo han evolucionado el latín clásico y vulgar hasta convertirse en la variante del español que se conoce hoy en día.
La palabra duda, en el castellano actual, tiene la definición, según la Real Academia Española (RAE), de tener indeterminación entre dos decisiones; sin embargo, estudios, como los de la Maestra Karime Córdova Parra (UNAM) han demostrado que duda ha cambiado de significado en frases como sin duda, sin dudas, sin duda alguna e indudablemente.
Los cambios de duda del latín al castellano actual
La palabra duda proviene del latín dubita, que quiere decir: “entre dos cosas”. En cuanto al sonido, para que dubita se transformara en duda, experimentó un proceso que en lingüística se denomina “Ruta de lenición”. Esta consiste en hacer que los sonidos de las letras consonantes (b y t) se hagan cada vez menos perceptibles, hasta que finalmente desaparecen.
En la palabra dubita, los sonidos de las consonantes se debilitaron paulatinamente y dejaron de existir, quedando la forma duda que actualmente se conoce.
En cuanto al significado, duda aún mantiene la definición clásica de estar indeciso en algo, pero ya no mantiene forzosamente la idea de dudar “entre dos cosas”; se puede vacilar entre dos o más cuestiones. Por ejemplo: “tengo duda en si seguir el instructivo, o ignorarlo, o pedir una opinión.”
Para ubicar cómo duda ha cambiado a través del tiempo, en sus investigaciones, la maestra Córdova Parra recabó conjuntos de datos, provenientes del archivo de la RAE, que registran la presencia de esta palabra desde el siglo XIII hasta la actualidad.
Los resultados mostraron que, en un principio, la palabra duda, en efecto, tuvo en su significado la falta de determinación para elegir entre dos cosas, pero posteriormente significó la ausencia de determinación si aparecía en oraciones como: sé sin duda, que está durmiendo. Ahora, esta palabra se asocia más con la idea de verdad o falsedad que con la elección de dos o más juicios.
Uno de los probables caminos que duda puede seguir es que deje de ser una palabra con significado completo y se transforme en un adverbio. Es decir, duda, es un sustantivo, y los sustantivos sirven para nombrar cosas materiales e inmateriales. Son sustantivos: casa, perro, pastel, alma, fantasma, etc. Los sustantivos son independientes porque el cerebro hace una imagen mental de lo que significa cuando alguien los nombra.
Los adverbios no tienen significado por sí mismos, sino que necesitan estar junto a otras palabras, como los sustantivos y los verbos,para que tengan sentido completo, además de que su presencia no es obligatoria para que se entienda una oración.
Por ejemplo: “La duda que tú tienes me intriga”.
En la oración de arriba, duda es un sustantivo y no se puede eliminar porque la oración ya no se entendería, ya que quedaría algo como: “La que tú tienes me intriga”.
Pero si se tiene una oración como “Yo sé, sin duda, que mi mamá está durmiendo.”, duda está funcionando como un adverbio; si eliminamos sin duda, seguimos entendiendo perfectamente la oración, ya que quedaría la oración “Yo sé que mi mamá está durmiendo”. Es decir, la frase sin duda sólo le indica al que escucha la oración que quien la dice tiene plena certeza del hecho, pero no es necesaria su presencia.
Todas las lenguas del mundo están en constante cambio, de lo contrario no podrían mantenerse vivas, por lo que sería natural que en un futuro, duda evolucione y difiera del significado que tiene ahora.
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