La agricultura en ambiente controlado mediante invernaderos se ha impulsado como forma para maximizar la producción principalmente de hortalizas y flores, a la cual no tienen acceso la mayor parte de los pequeños productores, ya que se requieren, además de los apoyos que el gobierno pueda dar para estos proyectos, inversiones que difícilmente los campesinos pueden tener, comenzando por la disponibilidad de tierra y el agua necesaria para su instalación y operación.
En la región de Tehuacán, hace aproximadamente una década, empresarios asiáticos comenzaron a establecerse específicamente en los municipios de Tepanco de López, Tlacotepec de Benito Juárez y en Magdalena Cuayucatepec, junta auxiliar de Tehuacán, acaparando hasta 40 por ciento de la actividad agrícola a través de la instalación de más de 15 invernaderos, destinados a la producción de legumbres y verduras poco consumidas en México, destinándose casi la totalidad a la exportación.
Bajo un esquema de arrendamiento de la tierra, generalmente de ranchos privados y utilización de pozos para el riego, llevan más de una década operando en la zona, lo que ha propiciado las quejas de los habitantes en cuanto a la sobreexplotación del agua y la escasez del líquido entubado en los hogares y para el riego de los cultivos de los pequeños productores y por ello los constantes llamados a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que intervenga.
El episodio más reciente ocurrido entre marzo y abril, cuando pobladores se movilizaron por la instalación de las estructuras en terrenos de San Marcos Necoxtla, junta auxiliar de Tehuacán, cercanos al manantial La Taza y que desató la resistencia local de los habitantes de San Gabriel Chilac, San Francisco Altepexi, San Sebastián Zinacatepec y Tehuacán que lograron frenar el proyecto –que sigue en litigio– de la empresa Colorado Ecoterra, correspondientes a inversionistas tehuacaneros, socios también de empresas avícolas de la región, muestra una arista más de la disputa por el agua en la zona.
La expansión de los invernaderos en Puebla y en otras zonas del país se da en el contexto de la apertura comercial y la creciente demanda internacional de productos frescos, especialmente hortalizas, donde empresas extranjeras y nacionales comenzaron a invertir en la infraestructura necesaria. Un aspecto que se señala dentro de los beneficios de esta forma de producción es el sistema de riego por goteo, que vuelve más eficiente la utilización del agua, pero que necesita para mantener la humedad y temperatura la disponibilidad de grandes volúmenes, aunque hay menor evaporación. Por ello, la disputa por el agua en la región se agudizará, ya que las actividades industriales en el campo y la ciudad presentes en la zona, ya son altas demandantes del líquido frente a las necesidades de las zonas urbanas, de la población y de los productores campesinos.


