Se calienta el ambiente político y al calor de la futura contienda (¿futura o presente?) los aspirantes, suspirantes, músicos de acompañamiento y demás fauna política ya velan sus armas, diseñan estrategias, fabrican alianzas... y se preparan para la guerra. Van por todo. Y es que ahora la caballada está gorda... o tal vez, nomás abundante. Finalmente es bien sabido...